Segovia, España.— Un equipo de científicos ha desenterrado la que podría ser la huella dactilar humana más antigua jamás registrada: una marca intencionada hecha por un neandertal hace unos 43,000 años en un guijarro de granito.
El descubrimiento se realizó en el yacimiento del Abrigo de San Lázaro, donde se encontraron rastros de los últimos neandertales que habitaron la Península Ibérica. El guijarro, apodado “Perico” en homenaje al ciclista español Pedro Delgado, presentaba una peculiar mancha roja en el centro.
Análisis avanzados confirmaron que la marca fue hecha con ocre, el mismo pigmento usado en el arte rupestre, y corresponde al dedo índice derecho de un joven varón neandertal.
El hallazgo, publicado en Archaeological and Anthropological Sciences, desafía la noción de que los neandertales carecían de pensamiento simbólico. Para los investigadores, este gesto demuestra una intención artística y comunicativa clara.
“No era una herramienta. Fue llevada al abrigo y marcada con intención”, explicó el geólogo Andrés Díez-Herrero.
La piedra, transportable y sin utilidad práctica, es ahora considerada el objeto de arte mobiliar más antiguo atribuido a los neandertales en Europa, y representa un hito en el entendimiento de su capacidad cultural y cognitiva.