El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se enfrenta a preguntas de los diputados después de que se filtraran imágenes de una fiesta del partido de gobierno con bailarinas semidesnudas.
El evento, organizado por una sección regional del Partido Liberal Democrático, ha provocado indignación y críticas sobre la ética y la cultura política en Japón.
Kishida condenó el evento y enfatizó que no refleja los valores de su gabinete, mientras que el partido se disculpó y tomó medidas disciplinarias contra los organizadores.