Un niño belga llamado Lucas, diagnosticado con un glioma en el tronco cerebral, un tipo letal de cáncer infantil, ha logrado una curación excepcional, brindando esperanza a los científicos franceses. Aunque los tratamientos actuales para este tipo de cáncer son limitados, Lucas participó en un ensayo clínico con una terapia dirigida que resultó sorprendentemente efectiva.
El médico a cargo, Jacques Grill, del centro Gustave-Roussy en París, describió la rápida desaparición del tumor durante el tratamiento. Sin embargo, lo más sorprendente fue que, incluso después de suspender el tratamiento, Lucas continuó sin signos del cáncer.
El equipo médico ahora se enfoca en comprender las particularidades biológicas del tumor de Lucas y cómo esto podría ofrecer esperanza a otros pacientes. Una mutación rara en su tumor parece haberlo hecho más sensible al medicamento. Un ensayo en curso, Biomède, busca replicar estas mutaciones en laboratorio para estudiar cómo afectan la respuesta al tratamiento.
Aunque los médicos están entusiasmados con esta nueva pista terapéutica, advierten que pasarán años antes de encontrar un tratamiento efectivo, ya que el proceso de investigación y desarrollo es a largo plazo, llevando entre 10 y 15 años en promedio.