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Adriana Terrazas ni se despeina
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Los de la J+ siguen imparables
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AMLO se apropia de fiestas patrias
La síndica María Esther Mejía Cruz, pasará a la historia de la ciudad como la síndica más gris. En sus dos años al frente de la Sindicatura, Mejía Cruz ha decepcionado a miles de juarenses que votaron por ella con la promesa de ser una fiscalizadora independiente y eficaz.
Ha sido una tapadera de la actual administración municipal, liderada por el morenista Cruz Pérez Cuéllar. También es indulgente con el gobierno municipal, evitando realizar investigaciones serias sobre presuntas irregularidades en la administración pública.
En su segundo informe de actividades ante el Cabildo, Mejía Cruz se dedicó a elogiar al gobierno municipal y a minimizar las recomendaciones que ha hecho. En lugar de destacar sus acciones para combatir la corrupción, se dedicó a elogiar las políticas del gobierno municipal.
El informe es una muestra más de su falta de independencia y de su compromiso con los fronterizos. Es una síndica gris que no brilla, que no cumple con su función de fiscalizadora y que decepciona a los juarenses que votaron por ella.
La síndica, elegida por el voto de miles de juarenses, ha dejado de lado sus responsabilidades para convertirse en una palera del gobierno municipal.
Los juarenses deben exigir a la gris síndica que cumpla con su responsabilidad de fiscalizadora. Es necesario que realice investigaciones serias sobre las presuntas irregularidades en la administración pública, temas hay muchos, ahí está el caso de PASA, en donde por cierto no dijo ni pío. Solo así los ciudadanos podrán tener la certeza de que su representante está trabajando para ellos.
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La diputada Adriana Terrazas, una figura prominente en la política priísta chihuahuense, ha demostrado una vez más su habilidad para mantener la calma en medio de la tormenta.
Recientemente, sus compañeros diputados de Morena votaron mayoritariamente por expulsarla de la fracción legislativa guinda. El argumento principal era que Terrazas, para llegar a la presidencia del Congreso durante dos años consecutivos, ha tenido acuerdos con el gobierno del estado, con el PAN y con el PRI.
Este argumento fue suficiente para que sus compañeros consideraran que debía salir de la fracción de diputados de Morena. Sin embargo, Terrazas parece inmutable ante esta decisión. Según fuentes internas, ella planea desafiar esta decisión desde la Ciudad de México con el apoyo de Mario Delgado y un padrino político no identificado, quien supuestamente la ayudó a ser diputada de lista.
A pesar de la ley del hielo que le aplican sus excompañeros desde hace más de un año, Terrazas no muestra signos de incomodidad. Por otro lado, los diputados del PAN la invitan a que se sume al Frente Amplio por México. Aunque Terrazas no ha rechazado rotundamente esta invitación, su silencio deja abierta la posibilidad.
Es importante recordar que Terrazas ha demostrado ser una política adaptable en el pasado. Pasó del PRI a Morena y ahora podría estar considerando otro salto político. En este punto, todo es posible.
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Y el que sigue imparable es Sergio Nevárez en la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), sus subordinados de plano ya no le aguantan el paso.
Ayer por la tarde-noche el director ejecutivo de la J+ encabezó la séptima jornada de trabajo en el fraccionamiento Jardines de San Marcos; fue un éxito rotundo. Los vecinos, que llevaban años esperando por atención a sus necesidades, recibieron con gusto a los trabajadores de la J+, quienes se esforzaron por mejorar su entorno.
Las labores realizadas fueron variadas y abarcaron desde la reparación de fugas de agua y alcantarillado hasta el mantenimiento de árboles y el bacheo de calles. Con ello, se benefició a más de 3 mil personas, no solo en Jardines de San Marcos, sino también en los fraccionamientos aledaños.
Esta jornada es un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre la comunidad y las autoridades puede dar buenos resultados. Los vecinos se mostraron dispuestos a colaborar con los trabajadores, y estos, a su vez, se esforzaron por realizar un trabajo de calidad.
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Las conmemoraciones nacionales del mes de septiembre están siendo manejadas por el presidente de la república como si el hecho de serlo le diera la paternidad sobre esas fechas cívicas.
En el marco del bicentenario de la creación del heroico Colegio Militar y con motivo este 13 de septiembre de conmemorar la batalla del Castillo de Chapultepec, el presidente decidió no invitar a las tres mujeres que representan al poder judicial y al poder legislativo.
Las ausencias notables incluyeron a Norma Piña, magistrada presidente de la Suprema Corte de Justicia; a Marcela Guerra, presidenta de la Cámara de Diputados; y a Lilia Herrera, presidenta del Senado de la república. Incluso esta última, quien es militante de Morena, no fue invitada.
El presidente, pasando por alto los protocolos de estas celebraciones, simplemente se apropió de estos eventos patrios y dijo que al poder judicial no lo invitaría porque están en contra de la Cuarta Transformación.
Parece que el presidente no entiende el respeto a la división de poderes y lo que significa una fecha cívica como las de mediados de este mes. Pero él sigue haciendo gala de su pensamiento patrimonialista, pensando que la elección del 2018 y la mayoría que votó por él le dieron un salvoconducto que él interpreta como “toma todo”.
No podemos imaginar que cambie de parecer, ni este año, ni el próximo que será el último de su mandato. Tendremos que esperar al siguiente sexenio a ver si el que triunfe en las urnas en junio próximo tiene la capacidad de retomar la civilidad política e histórica.
