Un insólito incidente se produjo en una exposición de arte contemporáneo en el centro de exposiciones permanentes VDNKh de Moscú, cuando un guardia de seguridad dañó una obra de arte e incluso intentó comérsela.
La obra, titulada «Escape of the Goldfish», consistía en una pecera con un pez sobresaliendo junto a un cuadro del mar abierto, con otro pez pegado a él como si hubiera saltado del agua a las olas.
Sin embargo, el guardia de seguridad de turno, en lugar de admirarla desde la distancia y cumplir con su trabajo, decidió destruir la obra que debía proteger.
Un video que circula por las redes sociales rusas muestra al hombre acercarse a «Escape of the Goldfish» y tirar despreocupadamente de los dos peces. En un momento dado, sujeta el cuadro del mar abierto con una mano y tira del pez dorado con la otra hasta que se desprende. Luego huele el pez e intenta darle un mordisco.
Al percatarse del vandalismo, los organizadores de la exposición revisaron las cámaras de seguridad y se encontraron con la impactante escena del guardia de seguridad en acción.
Al ser interrogado sobre su comportamiento, el hombre solo mencionó que había pasado una noche muy dura, durmiendo poco, y que no comprendía lo que estaba haciendo al momento de dañar la obra.
Como consecuencia, el guardia ha sido suspendido de su trabajo y «Escape of the Goldfish» ha sido restaurada a su estado original.
Este peculiar incidente ha generado un debate en las redes sociales sobre la seguridad de las obras de arte, la responsabilidad de los guardias de seguridad y la salud mental de las personas que trabajan en turnos nocturnos.