Rusia inauguró el martes un rompehielos a propulsión nuclear para facilitar sus exportaciones de hidrocarburos a Asia a través del Ártico, en el marco de las medidas de Moscú para reorientar su estrategia energética a causa de las sanciones occidentales por la ofensiva en Ucrania.
«El desarrollo de (vías marítimas del Norte) permitirá que Rusia aproveche plenamente su potencial de exportación y establezca una ruta logística eficaz, incluyendo al sudeste asiático», afirmó el presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso retransmitido por videoconferencia durante la ceremonia de inauguración, en San Petersburgo.
Esta nueva nave a propulsión nuclear, de más de 170 metros de eslora, puede romper hielo de hasta tres metros de profundidad. Es la tercera embarcación de este tipo lanzada por el gigante de energía atómica Rosatom.
El nuevo rompehielos, bautizado «Ural», en homenaje a la región rusa, puede transportar hasta 54 tripulantes, según Rosatom.
Su despliegue debe permitir asegurar la supremacía rusa en el Ártico, una estrategia que defiende Vladimir Putin frente a las ambiciones de otras potencias en la región.
Según Putin, el rompehielos «Ural» estará operativo «a partir de diciembre» en la zona del ártico donde Rusia produce gas natural licuado.
Ahora es más fácil navegar por la «ruta marítima del Norte» debido al derretimiento de los hielos por el calentamiento global.
Con ello, Moscú espera incrementar el transporte de hidrocarburos hacia el sudeste asiático uniendo los océanos Atlántico, Pacífico y Ártico.
LaJornada