«Como país garante, brindaremos el apoyo necesario a la República Turca del Norte de Chipre.
Con el fin de garantizar nuestros propios intereses y nuestra seguridad tanto en el Egeo como en Chipre, pero también para proteger los derechos de la República de Turquía», ha explicado Cavusoglu, según ha recogido el portal de noticias Philenews.
Ante esta medida, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que el levantamiento de las sanciones a Chipre «no tiene explicación» en términos de contenido. «Conducirá a una carrera armamentista», ha alertado.
«Actualmente, tenemos cerca de 40.000 soldados allí. Pero aparte de eso, tenemos armas, municiones, vehículos, equipos», ha dicho, agregando que se tomarán «todas las medidas necesarias para la seguridad del pueblo turcochipriota», según ha recogido la agencia de noticias Anatolia.
A cambio del fin del embargo de armas, que se hará efectivo el 1 de octubre, Washington ha reclamado a Chipre reformas para combatir el blanqueo de capitales y otros delitos económicos y límites a la entrada de barcos rusos.
Para Turquía, que en los setenta ocupó la parte norte de la isla, donde a día de hoy hay un territorio autónomo que sólo reconoce Ankara, la última decisión de Estados Unidos rompe el «principio de igualdad» que debe regir entre las dos administraciones que se reparten la isla de Chipre.
Chipre está dividida en dos desde que en 1974 el Ejército turco ocupó la parte norte después de que se produjera un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia y ante el temor de que la isla se uniera a este último país. Desde entonces, el estatus de la isla no se ha resuelto a pesar de las diversas negociaciones llevadas a cabo durante años.
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