Yefesron Cossio, un colombiano de 29 años, que pasó por el quirófano hace cuatro meses para pasar del 1.76 metros de altura a 1.82 a través de una traumática extensión de piernas vive un tormento debido a los insoportables dolores que ha padecido desde entonces como parte de su recuperación.
El joven reveló que ha pasado muchas noches sin dormir debido a un dolor paralizante.
«Voy a comprobar que todo está bien para someterme a otra operación el 25 de enero. Estoy muy nervioso, quiero que esto termine, pero todavía no es posible. No estoy durmiendo bien en este momento. Normalmente duermo de cuatro a seis horas al día”, dijo a través de sus redes sociales.
Yeferson se sometió a una cirugía de alargamiento de extremidades, que implicó romperle las piernas, implantarle varillas de metal y estirarlas lentamente, pero a medida que las varillas separaron lentamente sus huesos para estirarlos, el dolor se volvió tan intenso que siente que va a colapsar y está desesperado por quitarse las varillas.
“Los últimos 11 o 12 días solo he podido dormir unas dos horas como máximo, y eso se interrumpe constantemente por periodos de 15 a 20 minutos por el dolor en las piernas. He probado pastillas para dormir, pero no me funcionan, el dolor me despierta y me siento devastado”, dijo.
«Tal vez llegue un punto en el que mi cuerpo colapsará y ya no podré soportar el dolor ni nada».
Los médicos habían advertido a Yeferson que su recuperación podría tardar más de cuatro meses y le dijeron que tendría que abandonar la mayoría de sus actividades diarias típicas hasta que se recuperara.
Cuatro meses después, Yeferson ha visitado varias veces a su médico para que le ayude a controlar el dolor en las piernas. Su especialista ahora se plantea alargar el tendón de la influencer para aliviar las molestias.
Yeferson, quien ha modelado para Calvin Klein no estaba contento con su altura de 1.76 cm y quería ser un poco más alto y admitió que lo motivaron razones puramente cosméticas.
Cossio, que tiene 11 millones de seguidores en Instagram, dijo: «Estoy muy nervioso, quiero que esto termine, pero no es posible».
Aunque es costosa, los cirujanos plásticos estiman que el número de hombres que se someten a esta cirugía se ha duplicado en los últimos años.
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