El pasado viernes 13 de septiembre, la vicepresidenta Kamala Harris adoptó una postura firme respecto a los cárteles de la droga durante un acto de campaña, prometiendo tomar medidas severas contra aquellos que trafican drogas ilegales, en especial fentanilo, a través de la frontera con Estados Unidos.
En su intervención, Harris aseguró que “perseguirá a los cárteles con todo el peso de la ley”, destacando su experiencia y conocimiento sobre el funcionamiento de estas organizaciones luego de haberlos enfrentado ya cuando fue Fiscal General de California.
Harris, la candidata demócrata para las elecciones presidenciales de 2024, afirmó en un mitin en Pennsylvania que durante su mandato como fiscal general de California, un estado fronterizo, “enfrenté a organizaciones como el Cártel de Sinaloa”.
Harris hizo énfasis en que tiene un conocimiento directo del impacto de estos grupos criminales y reiteró su compromiso de perseguirlos si llega a la presidencia.
“Conozco de primera mano a estos cárteles”, afirmó Harris, “y como presidenta les aseguro que los perseguiré con todo el peso de la ley”.
Además, destacó su deseo de construir “un mejor futuro” para todos los estadounidenses, comprometiéndose a trabajar por las comunidades afectadas por la violencia y el tráfico de drogas.
Las declaraciones de Harris no han estado exentas de controversia. Algunos críticos, incluidos sus oponentes republicanos, han señalado que tanto ella como el presidente Joe Biden no han logrado asegurar adecuadamente la frontera Sur de Estados Unidos durante los últimos cuatro años.
Argumentan que las políticas de inmigración de la actual administración han permitido que miembros de cárteles ingresen al país, exacerbando la crisis del fentanilo, un problema que Harris ahora promete combatir.
El fentanilo, una droga altamente peligrosa, ha tenido un impacto devastador en comunidades de Estados Unidos. La postura de Harris respecto a este tema busca abordar una de las principales preocupaciones de los votantes en el marco de las elecciones de 2024. Sin embargo, las críticas por la gestión fronteriza anterior continúan alimentando el debate.
Durante un mitin en Wilkes-Barre, propuso una “economía de oportunidades” para la clase media, reafirmó su defensa del derecho al aborto, y criticó duramente al expresidente Donald Trump, a quien calificó como un líder “divisivo” y centrado en sus propios intereses.
Necesitamos un presidente que trabaje para todos los estadounidenses y que deje de intentar dividirnos”, expresó, recibiendo aplausos de la audiencia.
A lo largo del evento, Harris también se enfrentó a interrupciones por parte de manifestantes que protestaban contra la guerra en Gaza, aunque mantuvo su calma y reafirmó que respetaba sus voces, pero que “en ese momento, estaba hablando ella”.
El equipo de campaña de Harris considera que las visitas del viernes a áreas conservadoras de Pennsylvania son clave para reducir la ventaja de Trump en el estado.
Su objetivo es captar votantes indecisos en condados tradicionalmente republicanos y, de esta manera, disminuir el margen de victoria de Trump en esas zonas.
Condados como Luzerne y Cambria, donde Harris hizo campaña, han demostrado ser determinantes en elecciones pasadas.
En 2008 y 2012, Barack Obama ganó en estas áreas, pero en 2016 y 2020, Trump conquistó ambos condados con un amplio margen. La campaña de Harris espera revertir esa tendencia en las elecciones de 2024.
La campaña de Harris ha establecido 16 de sus 50 oficinas en Pennsylvania en condados rurales donde Trump ganó con amplias ventajas en 2020. El objetivo es claro: reducir la ventaja del expresidente en estas zonas para asegurar una victoria demócrata en el estado, que cuenta con 19 votos clave en el Colegio Electoral.
Las próximas semanas serán cruciales para Harris, mientras continúa sus visitas a comunidades rurales y conservadoras en su intento de ganar cada voto posible en uno de los estados más disputados de las elecciones de 2024.
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