Ante el incremento de diversos delitos y la impunidad en la entidad, así como la falta de confianza del pueblo hacia el actuar de las corporaciones policiacas, la diputada local por Morena en el Congreso del Estado, América García Soto, propuso una constante profesionalización a los cuerpos policiacos de los 67 municipios, apegada a los principios de legalidad, objetividad, eficacia, profesionalismo, honradez y respeto a los Derechos Humanos.
Sentenció que más allá de contar con una normatividad administrativa que regule la función pública, es necesario que de manera permanente se les brinden capacitaciones basadas en la protección de los derechos humanos; así como para garantizar el debido interés superior de la niñez, el cuidado en la perspectiva de género y de la legalidad, para con ello erradicar el sentimiento de temor que se arraiga en las y los chihuahuenses con respecto al actuar policial.
“Es imperante que su actuar se ajuste a los valores de honradez, lealtad, imparcialidad, eficacia, interés público, igualdad y no discriminación, integridad, cooperación, liderazgo, transparencia y rendición de cuentas; pero también considero que es necesario crear condiciones en las que la propia sociedad tenga un respeto por las instituciones policiales y los propios policías a través del prestigio que se logre a través de su profesionalización”, puntualizó la legisladora morenista.
Durante su intervención en la máxima tribuna del poder legislativo, la joven congresista puntualizó que el Código Nacional de Procedimientos Penales contempla que en el sistema acusatorio penal en México, los agentes de policía participan de forma esencial en todo momento dentro del proceso penal, lo que finalmente lleva a la detención y consignación del presunto delincuente, agresor o victimario.
Por otra parte, reconoció que si bien los cuerpos policiacos de ciudades como Chihuahua y Juárez reciben capacitaciones, hay otros municipios que no reciben el entrenamiento suficiente para su cuerpos policiacos y requieren más adiestramiento para actuar y contar con mayor profesionalización, considerando en su actuar el respeto irrestricto a los derechos humanos y la presunción de inocencia.
“Los altos índices de inseguridad y violencia que actualmente se registran en el Estado, así como el abuso de la fuerza pública y las constantes violaciones a los derechos humanos, nos hacen replantear la función policial con una perspectiva basada en los derechos humanos y en una nueva concepción de la ética pública”, concluyó América García.
