Greenpeace lanzó rocas gigantes al fondo del mar, frente a las costas de Cornualles, en Reino Unido, para impedir que los buques de arrastre entren en un Área Marina Protegida.
La organización ambientalista denunció que este tipo de embarcaciones de pesca industrial destruyen los hábitats marinos, alterando las reservas de carbono y poniendo en peligro a poblaciones de peces, invertebrados y corales de profundidad.
Asimismo, recalcó que no deberían de transitar dichas zonas protegidas, donde están restringidas este tipo de actividades con fines de conservación.
Sin embargo, según con datos de Greenpeace, en los últimos 18 meses, barcos de pesca industrial han pasado cerca de 19 mil horas pescando dentro de esta área.
Con el fin de detener esto, crearon una barrera marina de piedras que, sostuvo la ONG de medio ambiente, impide que las redes de los barcos puedan arrastrar el lecho marino, ya que se quedarían enganchadas en estas enormes piedras.
Para que esto sea exitoso, anotaron y comunicaron a las embarcaciones la ubicación exacta de estos bloques, de manera que sepan dónde están y no puedan “superar sus líneas”.
Greenpeace arrojó anteriormente estas rocas en el Área Marina Protegida (AMP) de Dogger Bank en 2020 y en el AMP de Brighton en alta mar en 2021.
Debido a esta última, la Organización de Gestión Marina (MMO, por sus siglas en inglés) del gobierno del Reino Unido, inició un proceso legal en contra de Greenpeace. Sin embargo, las acusaciones fueron retiradas.
¡Ups! Lo hemos vuelto a hacer…
Hemos vuelto a lanzar rocas gigantes al mar para impedir que los buques de arrastre entren en un Área Marina Protegida.
Si los gobiernos no hacen su trabajo, así nos encargamos de que proteger los océanos.
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pic.twitter.com/gtpN8T89Ev— Greenpeace España (@greenpeace_esp) September 7, 2022
Aristegui