Miguel Ángel Treviño Morales, conocido como “El Z-40”, líder de la organización criminal Los Zetas, ha librado 11 de los 13 procesos penales que se le iniciaron en México desde su captura en 2013. Este acontecimiento es inusitado en la historia judicial del país, ya que ninguna otra figura de su perfil, considerada la cabeza de una organización del narcotráfico, había obtenido tantas absoluciones, dice elmedio Reforma. A diferencia de capos como Joaquín “El Chapo” Guzmán, Osiel Cárdenas Guillén o Benjamín Arellano Félix, quienes fueron extraditados a Estados Unidos, “El Z-40” ha conseguido evadir más juicios en México.
Detenido el 15 de julio de 2013 en Anáhuac, Nuevo León, Treviño Morales enfrentó 13 cargos por diversos delitos en distintas jurisdicciones del país. Se le procesó en juzgados de Toluca (cinco causas), Matamoros (tres), Guadalajara (dos) y en Ciudad Victoria, Nuevo Laredo y Tampico, uno en cada una de estas ciudades. Tras más de una década, ha sido absuelto por jueces en la mayoría de los casos, y el pasado 1 de agosto, el Segundo Tribunal Colegiado de Apelación de Toluca canceló su último proceso por delincuencia organizada, fallo que había sido dictado por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado de México en junio de 2023.
Actualmente, no tiene ningún juicio activo en México por delitos relacionados con la delincuencia organizada, lo que impide que jurídicamente sea reconocido como líder de una organización criminal en el país.
Aunque ha logrado librar la mayoría de los cargos en México, “El Z-40” aún enfrenta dos juicios de extradición a Estados Unidos, donde se le acusa en las Cortes Federales del Distrito Oeste de Texas, en Austin, y del Distrito de Columbia, en Washington. Las autoridades estadounidenses lo buscan por diversos cargos, principalmente relacionados con el tráfico de drogas. Estos procesos siguen activos, lo que mantiene en vilo el futuro judicial de Treviño Morales.
Pese a la gravedad de las acusaciones que enfrenta, Miguel Ángel Treviño Morales no ha sido vinculado a crímenes notorios que se le imputaron en su momento. No se le procesó, por ejemplo, por el incendio del Casino Royal en Monterrey en 2011, donde murieron 52 personas. Tampoco fue condenado por el asesinato del ex candidato priista Rodolfo Torre Cantú en 2010, en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Aunque en ambos casos se le acusó de delincuencia organizada, el poder judicial dictó su libertad debido a la falta de pruebas.
El año pasado, en relación con masacres locales, la justicia de Chiapas le concedió un amparo que canceló su captura, nuevamente por la falta de evidencias.
Mientras Treviño Morales espera el desenlace de sus juicios de extradición, su sobrino, Carlos Alberto Monsiváis Treviño, alias “La Bola”, también enfrenta problemas judiciales. Fue detenido por la Guardia Nacional en Nuevo Laredo, pero el juez encargado del caso concluyó que las circunstancias de su captura eran dudosas. Basado en videos de vigilancia, determinó que las pruebas presentadas por las autoridades eran insuficientes, lo que derivó en su no vinculación a proceso por delitos relacionados con drogas y armas.
Sin embargo, “La Bola” permanece en prisión, ya que Estados Unidos ha solicitado su extradición por cargos de tráfico de drogas entre 2017 y 2023. La defensa ha denunciado un allanamiento ilegal por parte de las autoridades mexicanas y ha iniciado acciones legales al respecto.
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