Un incidente inusual se produjo el pasado jueves en el Aeropuerto Internacional de San Francisco (SFO) cuando una llanta se desprendió de un avión de United Airlines que despegaba, aterrizando en un estacionamiento cercano y causando daños a varios vehículos.
La llanta, perteneciente al vuelo 35 de United con destino a Osaka, Japón, se desprendió del tren de aterrizaje principal del avión durante la fase de despegue. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas.
El neumático cayó en un área de estacionamiento para empleados del aeropuerto, dañando varios vehículos. La pista tuvo que ser cerrada temporalmente mientras se retiraban los restos del neumático, pero las operaciones del aeropuerto no se vieron afectadas significativamente.
A pesar del incidente, el vuelo 35 pudo aterrizar de manera segura en Los Ángeles. La aeronave involucrada, un Boeing 777-200, está diseñada para aterrizar sin problemas incluso con neumáticos faltantes o dañados, gracias a sus seis neumáticos en cada tren de aterrizaje principal.
United Airlines ha iniciado una investigación para determinar la causa del incidente.
Este tipo de sucesos, aunque poco frecuentes, son un recordatorio de la importancia de la seguridad aérea. Las aerolíneas y los fabricantes de aviones trabajan constantemente para mejorar la seguridad de los vuelos y minimizar los riesgos.