Enormes ratas africanas, entrenadas para rescatar a personas en todo el mundo, llegaron a las zonas afectadas por el terremoto en Turquía para continuar con la búsqueda de más supervivientes.
Hasta el momento, aquel movimiento telúrico que sacudió a Siria y Turquía el pasado 6 de febrero, ha dejado más de 40 mil muertos, miles de heridos y cientos de desaparecidos.
Las ratas originarias de Gambia, son equipadas con cámaras HD, micrófonos y dispositivos sofisticados de GPS para localizar a supervivientes y facilitar la comunicación entre las víctimas y los rescatistas.
Gracias a su pequeño tamaño, de casi 50 centímetros, y un peso de casi dos kilos, estas heroínas tienen la habilidad de desplazarse de forma rápida y en lugares de difícil acceso para cualquier humano y binomio.
Una vez que localizan a la víctima, sus entrenadores las llaman por medio de un sonido, con ello las ratas entienden que deben de regresar a su lugar de origen, obteniendo comida como recompensa por sus labores de rescate.
La doctora Donna Kean, entrenadora de las ratas “heroicas”, mencionó para ‘Ámbito’ que estos peculiares roedores “son muy buenos para sobrevivir en diferentes entornos, lo que demuestra lo adecuadas que son para las labores de búsqueda y rescate”.
En 1997, nació la ONG ‘Apopo’, quienes innovaron con la tecnología de olores junto a las ‘HeroRATS’ para detectar minas terrestres, enfermos de tuberculosis y rescate de personas ante un derrumbe.
Con un entrenamiento de nueve meses basado en dieta, ejercicios y cuidados, las ratas gigantes aprenden a detectar la tuberculosis y encontrar a sobrevivientes en derrumbes. Hasta ahora, esta especie de rata de Gambia, lleva 100 mil minas desactivadas a lo largo de 25 años.
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