Una ciudadana rusa y sus dos hijas fueron descubiertas viviendo en una cueva en el sur de la India, siete años después de que su visado expirara. La mujer, Nina Kutina, de 40 años, fue hallada por la policía en la remota zona de Gokarna, en el estado de Karnataka.
El hallazgo fue fortuito: los agentes patrullaban el área tras un deslizamiento de tierra cuando vieron ropa colgada cerca de una cueva. Al acercarse, encontraron a la mujer y sus hijas de 4 y 6 años, viviendo en condiciones de aislamiento absoluto. Dentro del refugio improvisado, Kutina había montado un pequeño santuario espiritual con un ídolo hindú, y relató que dedicaban sus días a la meditación y a hacer arte.
Dormían sobre láminas de plástico y comían fideos instantáneos. Sorprendentemente, las menores estaban en buen estado de salud, según los primeros exámenes médicos. La mujer explicó que habían vivido en varios países y en distintos bosques durante dos décadas, y que compartía su experiencia en redes sociales.
Kutina reveló que decidió quedarse en India tras la muerte de su hijo mayor, y aunque su visa venció en 2017, dijo que había salido del país y vuelto posteriormente. Ahora, las autoridades han iniciado el proceso para deportarlas a Rusia, país que ella afirma no ha visitado en 15 años.
