Por José Eduardo Borunda Escobedo
La comisión de la Mujer y equidad de género del Honorable Ayuntamiento de Juárez entregó seis reconocimientos a destacadas mujeres que viven y trabajan en Juárez. Tienen en común que comparten valores sociales, humanos y de trascendencia. Claudia Raquel Mata, Adriana Saldívar Rodríguez, Nancy Nohemí Beltrán García, Rosa Elva Vázquez Ruiz, Ivonne Adriana Andreu, Adriana Monserrat Trejo Higareda.
Integran la comisión las regidoras Martha Patricia Mendoza Rodríguez, Sandra Maribel Valenzuela Martínez y Gloria Miraso de la Rosa. En el evento público que reconoce el aporte de ellas a la sociedad, estuvo la presidenta del DIF municipal, Rubi Enríquez, así como la síndica municipal Ana Estrada. Todas son una generación de cambio y transformación de nuestra sociedad. Dignas del reconocimiento como “Mujer forjadora libre de violencia y digna”.
¿Pero quiénes son esas mujeres que recibieron dicho reconocimiento? ¿Qué tienen de común? Antes de responder estas preguntas, considero importante resaltar el papel social de la mujer en Juárez, pues es necesario establecer un parámetro de distinción: ser mujer en una ciudad que ha sido marcada por la violencia y en especial en contra de la mujer no es cosa sencilla, por ello dicho reconocimiento es digno de subrayar. Faltan más mujeres por reconocer, pues en Juárez la mujer es pieza fundamental de su desarrollo económico y social.
En primer lugar, se mencionó a la Ivonne Miranda Andreu, de quien se dijo “Ivonne ha creado un espacio seguro y acogedor donde madres y padres que han perdido a un hijo o hija, pueden encontrar apoyo, comprensión y herramientas para transitar su proceso de duelo”. Los procesos de sanación son difíciles, no es una tarea fácil y menos de una sociedad como hemos mencionado ha sido presa de la violencia y existen familias completas que han quedado marcadas por ese dolor.
La comunicadora Adriana Saldivar Rodríguez, también recibió un reconocimiento por ser una mujer que ha trabajado por dar voz a la mujer, luchando contra la discriminación y promoviendo una cultura de equidad con la finalidad de empoderar la lucha femenina en contra de las desigualdades sociales que se enfrenta la mujer, la madre, la activista social.
Rosa Elva Vázquez Ruíz consiguió a través de la intervención cultural dar imagen a la mujer de la frontera, visibilizando a través de su trabajo como promotora cultural el pensamiento crítico de una sociedad que se transforma a través de las artes. Rosa Elva fue directora del Museo del Instituto Nacional de Bellas Artes, conocido como el INBA en Juárez.
La lista de los reconocimientos, se encuentra Nancy Nohemí Beltrán García, ingeniera y lideresa social, quien ha participado en el diseño de programas de inclusión para la niñez y en especial para mujeres fronterizas. El espacio interactivo permite el desarrollo humano, brindándoles oportunidades para desarrollar su autonomía, liderazgo y participación activa en la comunidad de acuerdo a esta perspectiva de género.
Otra mujer, con su calidez y sus palabras llenas de amor se ha dedicado en potencializar las habilidades de niños y niñas “Su enfoque se basa en reconocer la agencia y el potencial de cada niña y niño, brindándoles las herramientas y el acompañamiento necesarios para que puedan desarrollar todo su potencial”. Sus palabras que duelen son claras, cada persona debe conseguir los sueños que se construyen en un anhelo de ser mejores personas. Adriana Monserrat Trejo Higareda, es un ejemplo de la mujer juarense.
Finalmente, pero no por ello menos importante es el trabajo social que realiza de manera profesional Claudia Raquel Mata, presidenta de la Asociación Civil “Más x Jrz”, que se distingue por ser una activista comprometida, “ha liderado una gestión basada en la solidaridad, la empatía y la justicia social con enfoque en la interseccionalidad”.
En conclusión, este conjunto de mujeres son un botón de muestra que en Juárez son las mujeres un punto de quiebre, de lucha social, de construcción de una sociedad que despega en medio de la incertidumbre de un destino que se construye con cada ladrillo que se pone en la cimentación del futuro que deseamos como habitantes de este desierto estepario y caracterizado por un clima extremoso que nos forja en el corazón un amor por esta tierra.
