El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha ofrecido su ayuda para abordar la crisis de inseguridad y violencia desatada por grupos armados en Haití. Tras decretar estado de excepción en su propio país para combatir pandillas, Bukele propuso intervenir en la situación haitiana, aunque no detalló los pasos a seguir.
«Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y cubrir todos los gastos de la misión», escribió Bukele en la red social X, según un mensaje replicado por la Secretaría de Prensa de la Presidencia.
Sin embargo, el mandatario salvadoreño no especificó cómo planea abordar la crisis en Haití, donde las pandillas armadas han desencadenado una espiral de violencia, con ataques a comisarías, tribunales y prisiones, resultando en la fuga de miles de presos.
Aunque el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el envío de una misión internacional de seguridad a Haití dirigida por Kenia en octubre, su despliegue se ha visto obstaculizado por decisiones judiciales en Kenia y la falta de financiamiento.
La ONG Mercy Corps ha alertado sobre el riesgo de escasez de alimentos en el país más pobre de América debido al cierre de aeropuertos, lo que dificulta la llegada de ayuda humanitaria.
En medio de la creciente crisis, Estados Unidos anunció la evacuación de su personal diplomático en Haití, mientras que el embajador alemán también abandonó el país caribeño.
La oferta de ayuda de Bukele plantea interrogantes sobre cómo se materializará y si será suficiente para aliviar la difícil situación que enfrenta Haití en medio de la violencia y la escasez.
