En las profundidades de la selva de Sumatra, en Indonesia, un extraordinario descubrimiento ha cautivado la atención de científicos y amantes de la naturaleza. Se trata de la Fibraurea tinctoria, una planta trepadora nativa del sudeste asiático que ha sido utilizada por siglos por comunidades locales como hierba medicinal. Sin embargo, lo que ha asombrado recientemente es el caso de un orangután macho que se curó a sí mismo usando esta planta.
El protagonista de esta notable historia es Rakus, un orangután de Sumatra (Pongo abelii) que reside en la selva de Suaq Balimbing. En junio de 2022, los investigadores que monitorean a estos grandes simios observaron que Rakus tenía una profunda herida bajo el ojo, aparentemente causada por una pelea territorial. Lo que sucedió a continuación dejó a todos atónitos.
Rakus comenzó a arrancar hojas de la Fibraurea tinctoria y, después de masticarlas, aplicó el jugo resultante sobre su herida. Este comportamiento, nunca antes registrado en orangutanes, condujo a una recuperación notable. En pocos días, la úlcera se cerró, y en un par de meses apenas quedaba una pequeña cicatriz.
Isabelle Laumer, investigadora del Instituto Max Planck de Conducta Animal y autora principal del estudio, comentó sobre este descubrimiento.
«Es la primera vez que se registra esta conducta en orangutanes. Aunque son muchas las especies que siguen prácticas de higiene, no se conocía una con una intencionalidad tan directa y concreta, con la elaboración de una capa curativa aplicada sobre una herida abierta».
La Fibraurea tinctoria ha sido objeto de estudio por sus propiedades medicinales. Contiene furanos diterpenoides, sustancias con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y fungicidas. Además, presenta altas concentraciones de protoberberina, precursora de la berberina, un compuesto conocido por sus beneficios para la salud.
El comportamiento de Rakus durante su recuperación también fue notable. Descansó más de lo habitual, lo cual puede haber contribuido positivamente a la cicatrización de la herida. La ciencia ha demostrado que el sueño afecta la liberación de hormonas, la síntesis de proteínas y la división celular, elementos clave en la curación de heridas.
El descubrimiento, publicado en la revista Scientific Reports de Nature, abre nuevas puertas en la comprensión de cómo los grandes simios cuidan su salud en entornos naturales. Aunque aún quedan interrogantes sobre la frecuencia y la extensión de este tipo de comportamiento entre orangutanes, Rakus demostró ser un pionero en el uso de plantas medicinales para su propia curación.