El gobierno de Estados Unidos pidió a las autoridades iraníes que los responsables de la oleada de envenenamientos con gas en colegios femeninos de Irán, que ha dejado cientos de jóvenes afectadas, rindan cuentas ante la ley.
«Esperamos que las autoridades iraníes investiguen a fondo estos envenenamientos denunciados y hagan todo lo que esté en su mano para detenerlos y hacer rendir cuentas a sus autores», expresó el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.
Ocho colegios e institutos para mujeres en la ciudad de Ardebil, tres escuelas de Teherán, una en parand y otra en Kermanshah sufrieron un atentado con gases tóxicos que dejaron a cientos de alumnas hospitalizadas.
Algunas de ellas sufrieron irritación en los ojos, mareos y dolores de cabeza por envenenamiento, informó el diario reformista Shargh.
Estos nuevos casos se suman a los al menos 30 envenenamientos con gas registrados en centros educativos femeninos desde noviembre en el país persa.
Price calificó estos casos de «perturbadores» y «preocupantes» y defendió que la educación es un derecho universal que las niñas de Irán deberían tener.
Por su parte, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, dio instrucciones al ministro de Interior, Ahmad Vahidí, y al Ministerio de Salud para que investiguen «con rapidez» las causas de los envenenamientos.
Las fuerzas de seguridad siguen sin encontrar pistas y dudan de si se trata de ataques deliberados o meros accidentes.
La oleada de envenenamientos en escuelas de niñas se produce en un momento de gran tensión en Irán, que se ha visto sacudido en los últimos meses por las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
Estas protestas han tenido un fuerte componente feminista, con muchas iraníes quitándose los velos e incluso quemándolos.
Milenio