Boeing está gastando más de USD 1.000 millones por mes en efectivo, ya que tiene docenas de aviones nuevos sin funcionar debido a la falta de piezas.
Según un informe de The Wall Street Journal, la escasez de piezas, entre otras dificultades, han provocado que Boeing tenga unos 200 aviones, en su mayoría terminados, sin operar y estacionados en aeródromos, en las afueras de las plantas de producción e incluso en los estacionamientos de los empleados.
Mientras que algunas aeronaves necesitan piezas interiores y motores, otras están en China, listas para entregarse.
El retraso en la entrega de partes se debe a la escasez en la cadena logística que persiste desde la pandemia. Por ejemplo, los proveedores de asientos no han podido satisfacer la demanda debido a la falta de dichas piezas. De la misma manera, también han estado en falta los componentes cuya función principal es regular la temperatura de los aviones.
A raíz de que los 200 aviones no están operando, el fabricante pierde unos USD 1.000 millones mensuales. El desperdicio de dinero representa otra mala noticia para la aerolínea, que últimamente se ha visto envuelta en distintas polémicas debido a una serie de problemas de seguridad que surgieron en sus aeronaves.
Ron Epstein, analista de la industria aeroespacial del Bank of America declaró: “La pregunta es: ¿Cuándo van a entregar las piezas?”. Acto seguido, explicó que los aviones no pueden seguir sin funcionar y que eventualmente habrá que tomar acción con respecto a la situación.
La producción de Boeing disminuyó desde que se iniciaron investigaciones federales a causa de los problemas de seguridad que experimentaron sus aviones. De hecho, ese factor podría estar ayudando a la empresa, ya que hace que se produzcan menos aeronaves de lo normal y que haya menos en espera de las partes faltantes.
En comparación con la misma época del año pasado, esta vez han entregado unos 90 aviones menos.
Las autoridades de Boeing afirmaron que estaban trabajando para completar los procesos de fabricación que están pendientes. Además, manifestaron que la falta de espacio no ha sido un factor que dificultó la producción.
“A medida que fuimos entregando cientos de modelos 737 y docenas de 787 del inventario en los últimos años, redujimos el espacio de estacionamiento en varias plantas”, aseguraron.
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