El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el viernes a Rusia que pagará costos “rápidos y severos” si utiliza “falsos” referendos para anexar territorios de Ucrania.
“Los referendos de Rusia son una farsa, un falso pretexto para intentar anexionarse partes de Ucrania por la fuerza, en flagrante violación del derecho internacional. Trabajaremos con nuestros aliados y socios para imponer costos económicos adicionales, rápidos y severos a Rusia”.
Joe Biden.
El viernes comenzaron los referéndums de anexión a Rusia en cuatro regiones de Ucrania controladas total o parcialmente por Moscú, consultas tachadas de “falsas” por los líderes del G7, que prometieron no reconocerlas “nunca“.
Estas consultas, calificadas de “farsa” por Ucrania y Occidente, marcan una importante escalada en el conflicto que comenzó el 24 de febrero y en el que, según la ONU, “se han cometido crímenes de guerra “.
“Nunca reconoceremos esos referendos que parecen ser un paso hacia la anexión rusa y nunca reconoceremos esa supuesta anexión si llega a producirse“, declararon los líderes del G7 (integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá y Japón).
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostró confiado de que “el mundo reaccionará con total justicia a los seudoreferendos“. “Serán condenados inequívocamente“, afirmó.
En cuanto a la ONU, la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre Ucrania aseguró, tras visitar 27 localidades e interrogar a más de 150 víctimas y testigos, que “se han cometido crímenes de guerra” en el país.
Y el mismo día, Ucrania anunció que la exhumación de 447 cuerpos de un lugar de entierro masivo en Izium, ciudad recapturada de manos de los rusos en el noreste, había revelado “señales de tortura”, como extremidades rotas o “genitales amputados” en 30 de ellos.
Sin embargo, las críticas internacionales y de Kiev no han impedido que Moscú siga adelante con los referendos en Ucrania.
Las votaciones en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk y en las meridionales de Jersón y Zaporiyia empezaron a las 05:00 horas (tiempo local) el viernes y se extenderán hasta el 27 de septiembre.
Estos referendos añaden tensión a una semana marcada por la movilización de 300 mil reservistas anunciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, que también amenazó con emplear su arsenal nuclear para proteger su territorio.
Estaba previsto que cientos de colegios electorales en los cuatro territorios abrieran, así como otros en Rusia, para que pudieran votar los desplazados.
“Esperamos que, después del referéndum, dejen de bombardearnos y tengamos paz y orden“, dijo a la AFP, Vladimir Shutov, de la región de Lugansk, y que acudió a votar a la representación de Donetsk en Moscú.
En Moscú, San Petersburgo y otras ciudades, las autoridades organizaron manifestaciones de apoyo a los referéndums con gran refuerzo de banderas y consignas. Pero Rusia parece aislada en sus propósitos.
China, su aliado más cercano desde que comenzó la guerra, lanzó una crítica velada el viernes al asegurar que “se debe respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países”.
Además, el ministro de Relaciones Exteriores del país asiático, Wang Yi, se reunió el viernes en Nueva York con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba.
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