La salud del presidente Andrés Manuel López Obrador está deteriorada. Un reporte sobre las enfermedades que padece el mandatario, obtenido de un hackeo informático a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), abrió de nuevo el debate sobre sus afectaciones y qué tan graves son.
A punto de cumplir 69 años, López Obrador admitió que padece, al menos, hipertensión, problemas de tiroides y del corazón, con sus palabras confirmó que su salud es como la de miles de mexicanos: padece las enfermedades crónicas más comunes, pero son las de personas adultas mayores que descuidaron su salud, coincidieron médicos entrevistados.
“Las principales causas de muerte en México son de ese tipo. Más que el cáncer, son los infartos, son las enfermedades del corazón, es la diabetes”, dijo el médico Sergio Gadea. A esa edad y con esos problemas de salud se recomienda disminuir el ritmo de trabajo y el estrés, mencionó el doctor Gadea. El problema es que el cargo y la agenda del presidente no le permiten hacer eso.
“Es muy difícil que a un presidente le bajes el ritmo, porque él lleva la carga de todos los problemas del país, y eso le trae más riesgos. Lo ideal es que se retire a tiempo; pero lo vemos difícil por las características sociopolíticas y culturales del partido donde está.
Él es el partido y él lo forma”, advirtió el médico. A pesar de las enfermedades, la especialista en Salud Pública de la Universidad La Salle, Jessica González, consideró que el presidente puede realizar sus actividades públicas y privadas al ritmo que suele hacerlo. “Son enfermedades crónicas que, si están controladas, a cualquier persona le permiten desarrollar sus actividades de forma correcta, no interfieren”, aseguró la experta. “No es una buena noticia que el presidente tenga esas enfermedades.
Lo hemos visto comer cosas en los viajes que realiza que no son lo más sano para alguien con un problema cardíaco. El ritmo de vida que lleva lo hace una persona de riesgo”, agregó Francisco Moreno Sánchez, director de Medicina Interna del Centro Médico ABC.
AMLO reconoce enfermedades tras el hackeo a Sedena La rutina de AMLO
El presidente se despierta alrededor de las 05:00 de la mañana. A las 06:00 horas sostiene una reunión de seguridad con su gabinete. A las 07:00 horas encabeza la conferencia de prensa matutina, que se prolonga hasta tres horas, y durante todo ese tiempo se mantiene de pie.
Después del almuerzo, sostiene encuentros privados, recibe a empresarios y, cada que puede, juega béisbol y hace caminatas. El político de 68 años duerme temprano. Sus fines de semana están llenos de actividades, pues los dedica a recorrer el país en avión o por carretera.
López Obrador gobierna con urgencia y su salud lo reciente. Él mismo lo describe así: ‘Llegamos para transformar y ofrecemos disculpas por las molestias que ocasiona nuestro comportamiento, pero llevamos prisa, queremos transformar a México”.
Las enfermedades de AMLO De los padecimientos del presidente, la angina de pecho inestable representa la mayor gravedad porque podría llevarlo a otro infarto, señalaron los especialistas en salud. Un paciente que ya tuvo un infarto tiene un riesgo de 5 a 10 veces por año de sufrir otro, por lo que necesita estar bajo vigilancia médica y controlar sus enfermedades, indicó Xavier Escudero, gobernador del Colegio Americano de Cardiología en México.
En 2013, el entonces dos veces candidato a la presidencia sufrió un infarto y necesitó cateterismo cardíaco para liberar la arteria obstruida. En enero de este año, López Obrador tuvo riesgo de otro infarto cuando se encontraba en Chiapas. Una ambulancia del Ejército mexicano aterrizó en Palenque para trasladarlo hasta el Hospital Central Militar de la Ciudad de México.
“La ambulancia fue a Palenque a principios de enero porque había un riesgo de infarto. Me llevaron al hospital y me recomendaron un cateterismo. Si ustedes se acuerdan de eso, me dijeron: ‘Hay que hacerlo’. Les pedí unos días. En eso me dio covid y tuve que esperar a que pasara el covid, y ya fui al hospital y me hicieron el cateterismo”, compartió este viernes en su conferencia de prensa.
Las enfermedades del corazón cobran una muerte cada dos segundos en el mundo. En México, cada dos minutos fallece alguien por un padecimiento cardíaco, estimó el doctor Escudero. Los altos niveles de colesterol, la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo son los principales factores de riesgo para desarrollar males del corazón, explicó. Sin embargo, los problemas de tiroides también aumentan hasta en 14% el riesgo de mortalidad cardiovascular, agregó el doctor Gadea.
‘Cada que tú adquieres una enfermedad crónica, tu riesgo para desarrollar otra se eleva y es un efecto dominó’, secundó el especialista en Medicina Preventiva Jorge Fernández. Así que el presidente presenta al menos tres factores de riesgo para enfermedades del corazón: hipertensión, hipotiroidismo y un ataque cardíaco previo. “La palabra ángor o angina quiere decir opresión o angustia y eso es lo que siente el paciente. A eso le llamamos angina de pecho, cuando ese tipo de molestia es por un problema de circulación del corazón” detalló el cardiólogo.
‘En la angina de pecho el corazón está sufriendo, no recibe suficiente sangre. Puede evolucionar a infarto y un infarto puede provocar la muerte’, alertó el doctor del Centro Médico ABC.
Entre el derecho a la privacidad y a la información sobre un presidente Como especialistas en salud, los médicos coincidieron en que el historial clínico de una persona es confidencial y todos tienen derecho a la privacidad. “Es una decisión personal si queremos o no compartir las enfermedades que tenemos. Llamaría al respeto a la privacidad de cada persona. Sería importante no invadir situaciones tan delicadas como es la salud”, dijo la experta de La Salle.
El especialista Jorge Fernández expuso que si los problemas de salud no afectan la capacidad cognitiva, la salud mental o no ponen en riesgo la vida de una persona pública, no deben difundirse. Agregó que la frontera está en si los males de salud afectan o no las decisiones de alguien que dirige una nación.
‘Pero no todo lo que tenga el presidente debemos de conocerlo’, afirmó. El doctor del Centro Médico ABC coincidió, pero subrayó que es importante informar para evitar rumores y miedos. “Lo que nos gustaría a todos, más que nada, es saber realmente cuál es la situación y no enterarnos por filtraciones. Debería haber una comunicación real. Creo que en otros tiempos se hizo, como cuando operaron al presidente Peña por un problema tiroideo, y también se hace en otros países.
Mantener en secreto las cosas lo único que genera es más rumores, miedos e incertidumbre”, dijo el doctor Moreno Sánchez.
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