El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recuperó hoy en Lisboa las estrechas relaciones bilaterales que históricamente mantienen su país y Portugal, tras cuatro años de distanciamiento por la presidencia de Jair Bolsonaro.
La visita demuestra que «Brasil volvió al mundo político», dijo Lula en declaraciones a periodistas tras reunirse con el primer ministro luso, el socialista António Costa.
Tras su presencia en la Cumbre del Clima COP27 en Egipto, Lula escogió Portugal como su primer destino tras ser elegido presidente, una visita de dos días que en suelo luso se ve como símbolo de la reanudación de las relaciones entre ambos países.
El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) expresó su «alegría» por estar en Portugal tras «cuatro años en los que Brasil estaba totalmente aislado en el mundo».
«El mundo echaba mucho de menos a Brasil», aseguró por su parte Costa, que señaló que ambos países tienen «mucho que hacer en conjunto».
La «reconciliación» luso-brasileña también quedó plasmada en el caluroso recibimiento que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, dio a Lula a su llegada a su residencia oficial, el Palácio de Belém.
El jefe del Estado luso recibió a Lula en el exterior del edificio, donde se bajó del coche, un gesto que no había hecho dos horas antes para su encuentro con el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi.
En Belém, el futuro presidente brasileño mantuvo un encuentro con Rebelo de Sousa y con el ministro de Exteriores luso, João Gomes Cravinho, con una fuerte presencia de prensa local y extranjera.
DISTANCIAMIENTO INSTITUCIONAL
Es un escenario muy diferente al vivido con Bolsonaro, que mantuvo una relación institucional tensa con Portugal.
El presidente portugués visitó Brasil el pasado mes de julio y Bolsonaro se negó a recibirlo después de saber que Rebelo de Sousa iba a reunirse con Lula.
El propio Bolsonaro no realizó ninguna visita oficial a Portugal durante su mandato como jefe de Estado, algo poco habitual entre los presidentes brasileños.
«El presidente no hablaba con nadie, nadie quería visitar Brasil», dijo este viernes Lula, que acusó a Bolsonaro de tener un «comportamiento antibrasil y antidemocrático».
Además de Presidencia, desde el Gobierno socialista portugués también habían mostrado más afinidad con Lula que con Bolsonaro y Costa publicó un vídeo pocos días antes de la segunda vuelta de las presidenciales para hacer público su apoyo al candidato del PT.
CONTACTO CON LA COMUNIDAD BRASILEÑA
La visita de Lula a Portugal también tiene como objetivo entrar en contacto con la comunidad brasileña en el país y agradecerles el apoyo mostrado en las elecciones presidenciales.
El candidato del PT obtuvo una clara victoria en los tres consulados lusos -Lisboa, Oporto y Faro-, con más del 60 % de los votos en la capital.
Algunos de esos simpatizantes lo esperaron este viernes a las puertas del restaurante donde mantuvo un encuentro con empresarios brasileños a su llegada a Lisboa.
Además, su presencia en el Palácio de Belém suscitó dos manifestaciones simultáneas a las puertas de la residencia del jefe del Estado luso.
Mientras sus seguidores coreaban cánticos a su favor, otro grupo de brasileños apostado al lado, partidarios de Bolsonaro, gritaban «ladrón, tu lugar está en prisión».
Para su segundo día de visita, el presidente electo tiene previsto un acto para acercarse a la comunidad brasileña en el Instituto Universitario de Lisboa.
Agencia EFE