El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., aseguró que en septiembre presentará “intervenciones” que “casi con certeza causan autismo”, una postura que contradice el consenso científico.
Durante una reunión de gabinete, el presidente Donald Trump le pidió un informe de avances. Kennedy reiteró que el aumento en diagnósticos responde a factores ambientales y posiblemente a vacunas, pese a que esa hipótesis ha sido refutada en múltiples revisiones.
El funcionario calificó el autismo como una “epidemia” y sostuvo que representa una carga para familias y la sociedad. Sus declaraciones han sido criticadas por organizaciones médicas y de defensa de personas autistas.
Los CDC estiman que 1 de cada 31 niños y 1 de cada 45 adultos en Estados Unidos tiene un diagnóstico dentro del espectro autista, aunque expertos señalan que el incremento se debe en gran parte a mejoras en la detección y a criterios diagnósticos más amplios.
La promesa de Kennedy mantiene la expectativa de un anuncio oficial, mientras especialistas advierten sobre el riesgo de reforzar teorías desacreditadas y estigmatizantes.