En un incidente que parece sacado de una película de comedia, una redada de la policía de élite de Los Ángeles en un centro médico de diagnósticos terminó en caos y daños materiales, más que en arrestos. El objetivo era lo que se creía una granja de cannabis, pero la realidad fue muy distinta: una máquina de resonancia magnética y un rifle atrapado por su fuerza magnética.
El desastroso operativo, que ha resultado en una demanda contra el Departamento de Policía de Los Ángeles, se inició cuando el agente Kenneth Franco, armado con apenas doce horas de entrenamiento en narcóticos, detectó que el centro médico consumía más electricidad que los comercios vecinos. Franco concluyó que esta «anomalía» solo podía significar una cosa: el lugar estaba siendo utilizado para cultivar mariguana. Con esa sospecha, logró que un juez firmara una orden de allanamiento.
El equipo de élite irrumpió en el Centro Diagnóstico Noho, esperando atrapar a criminales dedicados al cultivo de cannabis. Lo que encontraron, en cambio, fueron oficinas vacías y una imponente máquina de resonancia magnética. Ignorando un aviso visible que advertía sobre mantener objetos metálicos alejados de la máquina, uno de los oficiales se acercó a la resonancia con un rifle en la mano. Como era de esperar, el poderoso campo magnético atrapó el rifle, dejándolo pegado como si fuera un imán.
Ante el caos, otro oficial decidió apagar la máquina utilizando el botón de emergencia, una acción que desató aún más problemas. El apagado provocó la liberación de 2.000 litros de gas helio, un componente crítico para el funcionamiento de la máquina, lo que resultó en daños millonarios. Para añadir insulto a la herida, en medio de la confusión, el agente responsable del rifle dejó un cargador lleno de balas en el suelo de la sala.
Los propietarios del centro han presentado una demanda en la que describen la redada como un «circo desorganizado» y buscan que el Departamento de Policía de Los Ángeles pague por los daños. La demanda detalla cómo los oficiales ignoraron las funciones del equipo médico y la advertencia sobre el campo magnético. También subraya que el uso excesivo de electricidad en el lugar se debía a equipos médicos avanzados, no a una supuesta plantación de cannabis.
El Departamento de Policía de Los Ángeles ha declinado hacer comentarios sobre la demanda, alegando que no se pronuncian en casos legales abiertos.