Este sábado, el Ministerio de Defensa ruso informó que Rusia ha llevado a cabo un ataque masivo contra instalaciones energéticas y arsenales en Ucrania, utilizando armas de alta precisión y largo alcance, así como drones. Según el comunicado, el ataque fue en respuesta a los intentos del régimen de Kyiv de dañar las instalaciones energéticas rusas.
El Ministerio de Defensa ruso detalló que el ataque se dirigió específicamente contra instalaciones que garantizaban el funcionamiento del complejo militar industrial de Ucrania y arsenales con proyectiles suministrados por Occidente. Las autoridades rusas afirmaron que todos los objetivos del ataque fueron alcanzados y destruidos exitosamente.
El contexto de este ataque se encuentra en una serie de acciones y reacciones entre ambos países. Desde principios de año, Ucrania ha realizado cerca de medio centenar de ataques con drones y cohetes contra depósitos de combustible y refinerías de petróleo en Rusia, algunas de ellas ubicadas a cientos de kilómetros del territorio ucraniano. Estos ataques han puesto de manifiesto la dificultad de proteger todas las instalaciones energéticas rusas debido a la gran extensión del país y la magnitud de su sector energético.
El Ministerio de Defensa ruso subrayó que el ataque de esta noche fue una respuesta directa a estos intentos de Kyiv. «Los objetivos del ataque fueron alcanzados. Todos los objetivos fueron destruidos», declaró el ministerio.
Por su parte, Ucrania reconoció los daños infligidos por los ataques rusos, que afectaron infraestructuras en las regiones de Zaporiyia, en el sur del país, y Leópolis, en el oeste. La Fuerza Aérea ucraniana informó que Rusia utilizó al menos 16 misiles de varios tipos, incluyendo misiles de crucero Kalibr lanzados desde el Mar Negro y misiles X-101 y X-555, así como 13 drones kamikazes.
El comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, Mikola Oleschuk, afirmó a través de su canal de Telegram que 12 de los misiles y los 13 drones fueron derribados. Sin embargo, los ataques nocturnos también causaron daños en viviendas y una guardería en la región occidental de Ivano-Frankivsk.
Este reciente intercambio de ataques subraya la escalada de la confrontación entre Rusia y Ucrania, con ambas partes utilizando tecnología avanzada y estrategias complejas en un intento de debilitar las infraestructuras críticas del adversario. La situación en el terreno sigue siendo tensa y la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.