“Sin comentarios” respondió este lunes el vocero de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, a los reporteros de la fuente interesados por la reacción del Kremlin a la advertencia de Estados Unidos en el sentido de que usar el armamento nuclear en Ucrania tendría “consecuencias catastróficas” para Rusia.
Lo dijo Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, en una reciente entrevista televisiva, cuando reveló también que altos funcionarios de Washington mantienen abiertos canales de comunicación directa con sus contrapartes en Moscú, los cuales –según él– son utilizados con frecuencia sobre todo de unos días para acá.
Peskov confirmó que los contactos entre Rusia y Estados Unidos “se mantienen al debido nivel”, pero minimizó lo dicho por Sullivan al precisar: “Hay ciertamente canales de diálogo, aunque los contactos tienen un carácter bastante esporádico”. Añadió que esos canales de comunicación “permiten, al menos, transmitir con urgencia a la otra parte mensajes y notificaciones».
En contraste, el vicecanciller Serguei Ryabkov, encargado de la relación con Estados Unidos, resultó mucho más explícito: “El trabajo no se ha detenido. Llamadas telefónicas, intercambio de notas diplomáticas, cartas personales, contactos entre las embajadas todo esto se mantiene y se mantendrá”, señaló la noche del lunes al canal de televisión Rossiya-1.
“Hemos enviado infinidad de señales de aviso a nuestros colegas estadunidenses en el sentido de que el incremento desmesurado de su apoyo a Kiev, junto con el de sus aliados, nos acerca a todos a un límite peligroso. Les decimos a nuestros interlocutores estadunidenses que tienen que poner fin a desquiciar la situación”, enfatizó Ryabkov.
Y reconoció: “El trabajo (de la diplomacia) es diferente. Ahora nos encargamos literalmente de administrar la crisis”.
La víspera el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, declaró que Washington tiene ya “un plan de acción” para el caso de que Moscú cumpla su amenaza de emplear armas nucleares en Ucrania y sin entrar en detalles, adelantó que se trata de “una respuesta contundente”.
Para las autoridades rusas la doctrina nuclear de Rusia define en qué circunstancias se puede usar el armamento nuclear y una de ellas es para rechazar una agresión externa, situación que eventualmente podría darse si, una vez anexionados Donietsk y Lugansk, así como las partes bajo ocupación de las tropas rusas en Jersón y Zaporiyia, el ejército ucranio sigue intentando recuperar esos territorios que el Kremlin ya va a considerar como parte de la Federación Rusa.
El economista Viacheslav Inosemtsev y otros analistas locales consideran que el presidente Vladimir Putin, al anunciar la “movilización parcial” de 300 mil reservistas, no tiene la intención de emplear armas nucleares en Ucrania, pero al blandir esa posibilidad busca que algunos de los países que proporcionan armamento a Ucrania desistan de hacerlo y presionen al gobierno de Volodymir Zelensky a negociar con Rusia bajo las condiciones de ésta.
El analista de la emisora Komersant FM, Dimitri Drize, dijo esta noche que “parece que por ahora es poco probable un apocalipsis nuclear”, pero tampoco puede descartar del todo que Rusia, en un momento dado y dependiendo de cómo evolucionen los combates, decida recurrir a las armas nucleares en Ucrania.
En ese sentido, cree que lo único positivo en el actual contexto de suma tensión es que “el tema nuclear está a punto de ser incluido en el orden del día y todavía existen posibilidades de que las partes sean escuchadas”.
El ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden, que vive en Rusia desde 2103, país que le otorgó protección, después de difundir numerosos documentos confidenciales que exhibieron el ilegal volumen del ciberespionaje de su gobierno contra todos, enemigos y hasta aliados, es a partir de este lunes ciudadano ruso.
Snowden obtuvo la ciudadanía rusa, sin perder la estadunidense, conforme a un decreto del presidente Vladimir Putin que benefició también a otras 74 personas que la solicitaron.
De acuerdo con su abogado Anatoli Kucherena, quien desde el refugio de privacidad que mantiene Snowden ejerce de una suerte de enlace con el mundo, su esposa, Lindsay Mills, también tendrá pasaporte de este país, y el primer hijo de ambos, de dos años de edad, es ruso por nacimiento.
Algunos se preguntaron, en las redes sociales, si Snowden podía ser mandando a la guerra en Ucrania. “La legislación rusa establece quién puede ser reclutado en una movilización parcial.
Por cuanto Edward nunca ha servido en el ejército ruso ni tiene práctica ni experiencia militar no puede ser llamado a filas”, respondió Kucherena a la agencia noticiosa Interfax.
“Desde luego, Edward está muy agradecido a Rusia por no haberle dado la espalda en un momento muy difícil para él y está muy contento de recibir la ciudadanía rusa”, apuntó el abogado.
LaJornada