México, una nación que ha emergido como una fuerza económica destacada, ha consolidado su posición como la duodécima mejor economía del mundo al cierre del año 2023, según el informe más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este logro no sólo demuestra un crecimiento sólido y constante, sino también un destacado ascenso de cuatro lugares en comparación con el año anterior.
El Producto Interno Bruto (PIB) mexicano proyecta un impresionante aumento, alcanzando la marca de 1.81 billones de dólares al término del 2023, en comparación con los 1.4 billones de dólares registrados previamente.
Este rendimiento económico ha catapultado a México por encima de naciones consideradas de primer mundo en términos de riqueza, como Australia, España, Turquía, Suiza y Holanda.
Entre las potencias económicas que México ha superado se encuentran Corea del Sur, España, Turquía, Suiza y Holanda, mostrando su capacidad para competir a nivel global.
Según el FMI, estas son las 20 principales economías:
Estados Unidos, China, Alemania, Japón, India, Reino Unido, Francia, Italia, Brasil, Canadá, Rusia, México, Corea del Sur, Australia, España, Indonesia, Turquía, Holanda, Arabia Saudita, Suiza.
Es crucial señalar que el PIB, aunque indicador de la actividad económica, no refleja directamente el nivel de vida o bienestar general de un país, ya que no toma en cuenta la distribución de la riqueza.
A pesar de esto, México destaca no sólo a nivel global, sino también como la segunda economía más grande de América Latina, posicionándose detrás de Brasil.
Brasil, ubicado en el noveno lugar del ranking económico mundial, ha experimentado un crecimiento significativo con un PIB de 2.13 billones de dólares al cierre del 2023, superando los 1.9 billones de dólares del año anterior.
Ahora bien, la denominación de México como un país del «tercer mundo» se origina en la terminología de la Guerra Fría. Este término, aunque desactualizado, ha quedado asociado con naciones que enfrentan desafíos económicos y de desarrollo.
A pesar de ser una economía emergente y una de las más grandes del mundo, México enfrenta problemáticas típicas de países considerados del tercer mundo, tales como altos niveles de pobreza, desigualdad económica y social, problemas de infraestructura y acceso limitado a servicios básicos.
Además, retos en términos de corrupción pueden obstaculizar su desarrollo económico y social, a pesar de contar con un sector industrial robusto y ser un exportador relevante, especialmente en el sector automotriz.
Aunque estas fortalezas no siempre se traducen en mejoras sustanciales en la calidad de vida de todos sus ciudadanos, es crucial observar que el término «tercer mundo» está considerado obsoleto y se prefiere hablar de «países en desarrollo» o «economías emergentes» en el contexto actual.
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