Por Carlos Angulo Parra
Realmente este gobierno que México eligió resultó de lo peor. Estimo que la gente se ha dado cuenta de ello, aunque sea poco a poco. En efecto, sí hemos tenido malos gobiernos, pero, a decir verdad, ninguno tan engañoso, manipulador y perverso como el que actualmente tenemos. Se nos ha presentado como un gobierno justiciero, pero prácticamente nadie ha sido ajusticiado, justo, pero las injusticias imperan por doquier; crimen organizado pavoneándose por todo el país con absoluta impunidad, cobrando piso por todo tipo de actividades económicas, matando, torturando, desapareciendo, quemando, robando, violando con absoluta impunidad.
Este gobierno se vendió con los ciudadanos diciendo que combatiría la corrupción, pero mucha faramalla con los expresidentes y luego no hace nada, mucho ruido con la estafa maestra mete a la cárcel a Rosario Robles, pero sin fundamentar debidamente su denuncia, y la exoneran. También hace ruido sin resultados concretos con el exdirector de PEMEX Lozoya Austin y también sin buenos resultados, de la gran estafa de SEGALMEX (mayor que la de la estafa maestra), nada concreto, dándole puestos a su director con total impunidad.
La supuesta corrupción en el aeropuerto de Texcoco ni siquiera fue denunciada ante las autoridades. Se ha dejado que los hijos del presidente, y su círculo cercano, se dediquen a hacer negocio con la miseria en la que se encuentran las instituciones de salud y con las mega obras del presidente. La gran mayoría de las obras públicas se hacen sin licitación.
Los programas sociales, que son la mayor fortaleza política del régimen, también se truquean para sacarles raja, al no existir reglas de operación, al estar llenos de personas que, con el desastre administrativo que tienen, se quedan sin pensión, pero los fondos no se saben a dónde van.