Por Carlos Angulo Parra
La historia de la humanidad está llena de tragedias derivadas de los abusos del hombre contra el hombre (el género humano). Decía Thomas Hobbs que “el hombre es el lobo del hombre” De hecho, el principio de la autoridad deriva de ese macho Alfa, valiente, fuerte y audaz que ofrecía a sus seguidores seguridad y justicia a cambio de su protección.
Conforme avanzó la civilización, se desarrollaron los grandes Imperios del Orbe.
El común denominador de estas grandes organizaciones sociales es que fueron desarrollando instituciones orgánicas que les permitió desarrollar grandes avances.
En Occidente, a la caída del Imperio Romano, se atomizó el poder, regresando la autoridad al tutelaje del señor feudal, que no era otra cosa que el macho Alfa valiente, fuerte y audaz que brindaba seguridad y justicia a sus vasallos. En esta época, llamada Edad Media, hubo poco desarrollo humano y las personas que no estaban en las Cortes del los feudales, vivían en precariedad.
En España, en los reinos de Castilla y Aragón, se establecieron los llamados fueros, que establecían reglas para la protección de los derechos fundamentales de los habitantes, y reglas de autonomía local.
En Inglaterra, en 1215, los barones (señores feudales) se revelaron en contra del rey, conocido como Juan Sin Tierra, habiéndoseles concedido la llamada “Magna Carta Libertatum”, conocida en español como “Carta Magna” en donde se les otorgaban a los barones garantías en contra del abuso de la autoridad del rey, extendiendo el recurso llamado “writ de Habeas Corpus”, que protegía a los barones de las arbitrariedades del rey, mediante procedimientos en los tribunales en donde se debían probar las acusaciones debidamente antes de los derechos de los acusados.
En la Edad Media, la cultura se refugió en los conventos eclesiásticos en donde se fueron copiando uno a uno, los pergaminos sobrevivientes de los Imperios de la antigüedad. Ante el advenimiento de la imprenta, esos libros que recopilaron la cultura ancestral se dispersaron a miles de personas y con la invención de los periódicos y diarios, la comunicación social explotó.
Ello nos trajo al desarrollo de ideas en contra del poder absoluto de los reyes y del abuso de poder de las autoridades, y así renacieron las ideas democráticas de la Gracia antigua y de los derechos inherentes de todos los humanos de la dignidad de la persona humana.
Estas ideas se fueron esparciendo por toda Europa y las Islas Británicas, y en los Países Bajos, se desarrollaron estas ideas liberales, generándose gobiernos democráticos y un comercio libre.
Eventualmente, se desarrollaron en Inglaterra estos movimientos libertarios, aderezados con la tradición inglesa derivada de la Carta Magna, deviniendo en la conversión del reino inglés en una monarquía parlamentaria.
Lo anterior, con las ideas revolucionarias liberales de los autores franceses Volataire y Montesquieu, previas a las revoluciones de Estados Unidos y la revolución francesa, que desarrollaron las ideas de la división de poderes, que limitan al monarca o al poder ejecutivo de un país a estar al mismo nivel de poder con el parlamento o congreso y con el poder de los jueces, así como al imperio de la ley sobre la voluntad de los monarcas o presidentes. Al independizarse los Estados Unidos, adoptaron el Habeas Corpus de Inglaterra y las ideas liberales de los citados autores franceses.
En 1812, en España, la Constitución de Cádiz adoptó los principios liberales arriba mencionados.
Después de la independencia de México, los liberales, adoptaron en la legislación mexicana la estructura de la constitución estadounidense, el juicio de amparo, que derivaba de antecedentes Ingléses, españoles y de los yucatecos en 1840, hasta devenir en la Constitución de 1857.
En nuestra Constitución de 1917, la estructura de división de poderes y del juicio de amparo de la Constitución de 1857 fueron adoptados.
La reforma constitucional ilegítimamente adoptada por el actual régimen, ya que deriva del otorgamiento del Tribunal Electoral de una mayoría no obtenida en las urnas a la coalición electoral que hizo morena, literalmente destruye la independencia del Poder Judicial, rompiendo el balance de poder establecido por los liberales con inspiración de los autores franceses y con lo establecido en la constitución estadounidense, por lo que al tener a un Poder Ejecutivo (con la actual presidente Sheinbaum) dominando al Congreso de la Unión, con su mayoría calificada ilegítima y con el control de la mayoría de las legislaturas de los estados y de la Ciudad de México, así como con los cambios que morena hizo a la Ley de Amparo, eliminándole a las resoluciones judiciales los efectos generales que antes tenía, al atacarse la inconstitucionalidad de las leyes, los ciudadanos y habitantes de México, quedamos en total desamparo y a merced de lo que quiera el régimen.
Sí, van a haber muchos casos en los que no le interese al régimen cómo se resuelvan las cosas, pero el problema que ahora tenemos es que se está destruyendo la capacidad de los juzgadores para resolver conforme a derecho, porque se sustituyeron con personas, que, en su mayoría, no tienen experiencia ni capacidad para juzgar, habiéndose sustituido en este año a la mitad de los juzgadores, para ser cambiados en su otra mitad en 2027.
Con estos cambios los mexicanos y demás personas que se encuentren en México perdemos lo siguiente:
El ser juzgado por personas competentes y profesionales, quedando expuestos a que en la cadena de apelaciones que se presenten, se expongan a corrupción y a tráfico de influencias. Por esto, las personas con menos capacidad económica e influencia quedarán expuestas a grandes injusticias.
Los abusos de poder de las autoridades quedarán impunes y resguardados de toda consecuencia en contra de ellas, ya que controlan a los juzgadores a través del Tribunal de Disciplina Judicial, que ha quedado totalmente bajo el control del régimen.
Con todo ello, las personas en México quedaran fuera del amparo del Poder Judicial, trayendo gravísimas consecuencias para nuestro país, quedando expuestos a la cancelación de nuestros tratados de libre comercio, y por consecuencia, quedando nuestras exportaciones sujetas a innumerables aranceles y restricciones, a la pérdida del grado de inversión, quedando nuestras finanzas afectadas por la gran fuga de capitales que esto generará.
El crimen organizado tendrá una cancha más libre para continuar sojuzgando a la población, ya que para ellos en este ambiente de desorden será más fácil manipular a los juzgadores.