Por Carlos Angulo Parra
Leo, veo y oigo en la comentocracia, una gran tristeza por la destrucción de nuestra República que viene, al haberse consolidado el Golpe de Estado técnico que consolidó una antidemocrática y arbitraria mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Percibo un ambiente de decepción y desesperación dentro de las pocas, personas pensantes y conscientes del país, que perciben menores posibilidades de salida de la autocracia consolidada que ha desarrollado el presidente López, quienes también observan las consecuencias nefastas que tendrá para el país la consolidación de dicha autocracia.
Sin embargo, quiero dar unos elementos a considerar para generar una esperanza de que podemos salir de esta encrucijada. Me explico:
Nuestra historia se desarrolla en ciclos que pueden ser largos o cortos. Anteriormente estos ciclos podían durar siglos, y con el advenimiento de la tecnología en las comunicaciones humanas se han venido acortando. Primeramente, la invención de la escritura, luego de la imprenta, con ella los periódicos; entrando en la electricidad, el telégrafo, la radio y televisión; y finalmente, con el avance de las tecnologías de la información, con las actuales redes sociales, que generan un fenómeno antropológico de comunicaciones multidireccionales en escritura, audio y video, que pueden generar instantáneamente tendencias sociales, culturales y políticas.
Ahora los ciclos históricos pueden durar hasta unos cuantos meses.
Los impactos de las anti-reformas estructurales que este régimen está a punto de instrumentar tendrán consecuencias económicas y financieras catastróficas en muy corto plazo, generándose de inmediato un entorno adverso al régimen. México ya no está aislado; forma parte integral del bloque más grande económico y político del mundo llamado Norteamérica y ese entorno se generarán grandes presiones internacionales para que México continúe alineado al bloque.
Hasta ahora el régimen ha tenido éxito porque sus pifias no se han visto reflejadas mayormente en el bolsillo de los mexicanos. Al contrario, la mayoría de las familias mexicanas reciben ingresos del gobierno que antes no tenían, aunque gran parte de estos se vean desperdiciados en la compra de medicamentos y visitas médicas en farmacias particulares y en el impacto que ha generado la inflación. Pero, en términos generales, aún no se percibe un caos y descomposición en la sociedad, a pesar de la gran penetración que han tenido las intervenciones del crimen organizado en la economía de las comunidades rurales en el país, a través de su violencia, de sus extorsiones con sus derechos de piso y cuotas en la producción agrícola.
El gobierno actual ha dilapidado los ahorros del país de una manera inmisericorde. Claudia Sheinbaum ya no tendrá tela de donde cortar, a menos que haga los cambios constitucionales pertinentes para dilapidar las reservas internacionales del Banco de México.
Al perderse próximamente la independencia del Poder Judicial, lo primero que sucederá es la reacción en cadena de los mercados financieros internacionales de ordenar el retiro de sus inversiones financieras en México, ya que sus reglamentaciones domésticas les impiden tener fondos en países que no pueden garantizar su seguridad por carecer de Estado de Derecho, que se pierde al no existir una independencia judicial.
Lo anterior acarreará de inmediato una salida de capitales del país como la que tuvimos en los años ochenta del siglo pasado, generándose una devaluación de nuestra moneda y mega inflación al estilo Argentina, empobreciendo a los mexicanos de una manera catastrófica. Ya quiero ver a Claudia Sheinbaum enfrentar con saliva la reacción social y política que se desatará en contra de ella y su régimen. Con esto, la principal oposición al gobierno será la realidad misma.
Conclusión:
Con estos entornos negativos que se vienen de inmediato hacia el nuevo régimen, lo que la oposición debe hacer desde ahora, es prepararse para que inteligentemente hacer que la población se empiece a alinear con ella para recomponer al país.
Esperemos que haya dentro y fuera del régimen, personas con la visión política, como la que tuvieron en su tiempo políticos principalmente del PRI y del PAN y algunos del PRD, para comprender el cambio de los tiempos, para que tengan la visión de que debemos de hacer un gran consenso nacional para continuar con nuestro desarrollo a partir del regreso de nuestras instituciones democráticas.
