El próximo (y tercer) intento de la NASA para lanzar el cohete de la misión Artemis I está contemplado para realizarse el martes 27 de septiembre, luego de confirmar que se han solucionado los problemas registrados en las dos oportunidades previas.
Sin embargo, la agencia se enfrenta a una nueva complicación, una depresión tropical que se encuentra en el sur del Caribe, misma que se está moviendo hacia Florida y podría derivar en un gran huracán que afecte los planes de la agencia.
En la última actualización dada por los encargados de la misión, se informó que el cohete está listo para despegar en su primer vuelo de prueba, y de momento se está monitoreando el pronóstico del clima, y se espera que para el sábado 24 de septiembre se tenga una resolución: si se aprovecha la ventana o se regresa al Edificio de Ensamblaje de Vehículos (VAB), lo que retrasaría nuevamente la misión.
En caso de que se decidiera mantener en su plataforma de lanzamiento, su ubicación actual, se podría intentar realizar un despegue el martes 27, pues todavía hay «algunas incertidumbres» en el pronóstico del clima, de acuerdo con Tom Whitmeyer, administrador asociado adjunto de los Sistemas de Exploración de la NASA.
Durante la conferencia, también se detalló que el cohete de 98 metros es capaz de soportar ráfagas de viento de hasta 137 kilómetros por hora en la plataforma, cifra que cae si se encuentra en movimiento, quedándose en los 74 km/h.
Si no se pudiera aprovechar el 27 de septiembre, pues también se requiere de un buen clima para el lanzamiento, la siguiente oportunidad de respaldo se abre el domingo 2 de octubre.
Por otro lado, si se decide regresar el vehículo al hangar por precaución, se perderían estas dos fechas, pues el vehículo requiere preparativos de tres días para regresar al edificio de ensamblaje en un viaje de 6.4 kilómetros que dura varias horas, se perderían las oportunidades de lanzarlo hasta por lo menos, mediados de octubre.
El cohete de la misión Artemis I saliendo del VAB rumbo al sitio de lanzamiento. Imagen | NASA/Joel Kowsky
En este segundo escenario, la NASA tendría oportunidad de sustituir la batería del Sistema de Terminación de Vuelo (FTS), un componente que en principio tenía solamente una certificación para operar de entre 20 y 25 días, al al ser un elemento independiente del cohete, pero que recibió una exención para hacerlo por más tiempo.
Por lo pronto, la fecha específica del despegue está en vilo y es necesario que la NASA defina los siguientes pasos a seguir. Si por precaución decidieran retroceder, la próxima ventana de lanzamiento se abriría hasta el 17 de octubre.
Xataka