Esta mañana del 14 de febrero trascendió la noticia sobre la identificación de la persona que unas horas antes había irrumpido el campus principal de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en East Lansing e iniciado un tiroteo, mismo que dejó tres muertos y cinco heridos.
Desde que se reportó actividad inusual en la universidad, las autoridades exhortaron a los estudiantes y profesores refugiarse. Mientras tanto videos compartidos en redes sociales mostraban gente corriendo en todas direcciones, así como oficiales trabajando en la escena.
La indicación era no salir, incluso el consulado de México en Detroit pidió evitar la zona cercana a la Universidad de Michigan. Finalmente, tras varias horas de persecución todo se calmó, aparentemente el sospechoso se disparó a sí mismo.
Luego de más de cinco horas de que iniciaron los hechos violentos en el campus universitario, la policía realizó una rueda de prensa en la que anunció que el móvil del tirador era un misterio, ya que el hombre de 43 años no tenía ninguna relación conocida con la universidad.
De acuerdo al subjefe interino de la policía universitaria, Chris Rozman, los disparos que comenzaron poco después de las 20:00 horas tiempo local, se produjeron en dos lugares: un edificio académico llamado Berkey Hall y el edificio de la Unión de la Universidad Estatal de Michigan (MSU).
En ambos lugares se localizaron víctimas; los heridos que por cierto estaban en estado crítico fueron trasladados a un hospital de Lansing. Lo cierto es que hasta el momento la única identidad que se conoce es la del tirador; ya que las autoridades se negaron a dar detalles de las víctimas.
La comunidad universitaria y sobre todo elementos de la policía están desconcertados por lo que ocurrió hace un par de horas “No tenemos ni idea de por qué vino al campus a hacer esto esta noche”.
Entre el relato de la policía también se destacó que hubo un momento en que el sospechoso sí entró en contacto con los elementos policíacos, sin embargo, se desconoce si fue herido o si el mismo fue quien se quitó la vida.
Según se dice, el sospechoso murió unas cuatro horas después de haber comenzado el ataque, por lo que inmediatamente se informó a la comunidad universitaria que ya no existía ninguna amenaza en el campus.
Cabe mencionar que esta universidad cuenta con aproximadamente 50 mil estudiantes de posgrado y pregrado, por lo que desde la noche en que comenzó el disturbio las autoridades decidieron suspender las actividades en el campus por 48 horas.
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