En medio de un clima de violencia, Ecuador ha dado inicio a una jornada electoral crucial para elegir al sucesor de Guillermo Lasso hasta mayo de 2025. Las urnas abrieron a las 07:00 horas sin contratiempos y los ecuatorianos se han mostrado decididos a ejercer su derecho al voto, incluso en medio de la tensión reinante.
La elección se lleva a cabo en un contexto donde la inseguridad y la violencia se han vuelto preocupaciones prominentes. A pesar del clima de miedo, los ciudadanos han expresado su voluntad de participar en la elección, demostrando su compromiso con el proceso democrático de Ecuador.
Los ciudadanos religiosos fueron los primeros en acudir a las urnas, coincidiendo con las primeras misas del día. Este fenómeno se ha observado especialmente en las áreas donde la religión tiene un fuerte arraigo en la población. Ecuador se preparó para recibir a más 13.45 millones de votantes en una jornada electoral que durará 12 horas.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso inauguró las actividades del consejo electoral, destacando que las elecciones adelantadas reflejan la posibilidad de resolver las contradicciones a través de reglas y mecanismos consensuados. Estas elecciones anticipadas se originaron tras la disolución del Legislativo en mayo por parte de Lasso para evitar un juicio político.
Un total de 13.45 millones de votantes están convocados a elegir entre ocho candidatos presidenciales, encabezados por Luisa González, de orientación progresista de izquierda. Le siguen el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, el abogado indígena Yaku Pérez y el economista con formación militar enero.
Para ganar en una sola vuelta, un candidato debe obtener el 40% de los votos válidos con una diferencia de 10 puntos sobre su contendiente más cercano. En caso contrario, se realizará una segunda vuelta el 15 de octubre y el nuevo mandatario asumirá el 30 de noviembre.
La elección se desarrolla en un país asediado por la violencia y la criminalidad, con bandas en disputa territorial por el narcotráfico, lo que ha dejado un alto número de muertes violentas.
El proceso electoral ha estado marcado por la violencia, con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio diez días antes de la elección. A medida que los ciudadanos acuden a las urnas, la seguridad ha sido reforzada con la movilización de más de 100,000 policías y militares, así como la activación de puestos de mando y vigilancia.
En esta jornada, los ecuatorianos no solo eligen presidente y vicepresidente, sino también 137 asambleístas y responden a una consulta sobre la extracción de petróleo en una zona de biodiversidad en la amazonia. En Pichincha, cuya capital es Quito, se somete a consulta si se permite la minería en los bosques andinos alrededor de la capital.
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