Una anciana de 74 años fue trágicamente devorada por una serpiente pitón de más de cuatro metros en Indonesia mientras realizaba compras en el distrito de Padang Lambe, en Palopo. La mujer desapareció el 14 de agosto, lo que llevó a su hija a iniciar una búsqueda que terminó en una escena desgarradora: el cadáver de la anciana fue encontrado junto a la serpiente que había intentado devorarla.
Los reportes médicos confirmaron que la mujer murió por asfixia, y su cuerpo presentaba múltiples mordeduras. La serpiente, incapaz de ingerir a la víctima por completo, vomitó el cadáver, lo que permitió su hallazgo. La comunidad local, alarmada por el incidente, logró capturar y matar a la serpiente para evitar futuros ataques.
Este tipo de incidentes, aunque infrecuentes, no son desconocidos en Indonesia, donde las serpientes de gran tamaño, como la pitón del sudeste asiático, son parte del ecosistema. A pesar de que la mayoría de las serpientes no representan un peligro para los humanos, la pitón del sudeste asiático ha sido responsable de varios ataques fatales en la región.
La pitón reticulada es conocida por su capacidad de devorar presas de gran tamaño, incluidas personas en raras ocasiones. Los expertos recomiendan mantener una distancia prudente de estos reptiles y tomar precauciones, especialmente en áreas rurales.