Un tribunal federal concedió el martes a la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el pedido que hizo para cumplir en su domicilio de Buenos Aires la condena de seis años de cárcel por corrupción que le impuso en 2022.
El tribunal resolvió que la líder del peronismo opositor puede cumplir la prisión domiciliaria en el apartamento donde reside junto a su hija y su pequeña nieta al entender, entre otras razones, que es mayor de 70 años —un atenuante que está contemplado en la ley— y para preservar su seguridad, ya que fue víctima de un intento de atentado hace tres años.
En el fallo, al que tuvo acceso The Associated Press, el tribunal dictaminó que Fernández de Kirchner “deberá permanecer en el domicilio fijado, obligación que no podrá quebrantar salvo en situaciones excepcionales de fuerza mayor” y que “deberá abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario”.
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De acuerdo a la resolución judicial, la prisión domiciliaria tiene vigencia desde este mismo martes y Fernández no tendrá que comparecer en persona en los tribunales, cuando tenía previsto hacerlo este miércoles.
En un plazo de 48 horas, Fernández deberá presentar ante la Justicia un listado de las personas que integran su grupo familiar, su custodia policial, los profesionales médicos que la tratan normalmente y los abogados que la representan, quienes podrán acceder a su domicilio sin autorización judicial.
El cumplimiento de estas condiciones deberá ser supervisado por la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal, que elevará a la Justicia un informe cada tres meses para evaluar el grado de acatamiento de las reglas impuestas.
El juez ordenó colocar a Fernández un dispositivo de vigilancia electrónico. Los abogados de la expresidenta habían solicitado que no se le colocara dicho dispositivo al considerar que no era posible la fuga y por evitar que fuera humillada.
Las leyes argentinas prevén la cárcel domiciliaria cuando, por ejemplo, la persona condenada es mayor de 70 años, un beneficio que la Justicia puede o no conceder. Fernández cumplió 72 años el pasado febrero.
En 2022, un tribunal oral condenó a Fernández por el delito de administración fraudulenta en prejuicio del Estado en un juicio por irregularidades en la concesión de obras viales en la sureña provincia argentina de Santa Cruz entre 2003 y 2015, durante sus dos mandatos de Gobierno y en el de su esposo y antecesor, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007).
Fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El pasado 10 de junio, la Corte Suprema dejó firme ese fallo y la defensa de la exmandataria solicitó el beneficio de la prisión domiciliaria.
Al momento de formular ese pedido, además de señalar la edad de Fernández, su defensa también apuntó a su condición de exjefa de Estado y el antecedente del intento de magnicidio que sufrió el 1 de septiembre de 2022.
La Fiscalía expresó en un escrito difundido este martes su rechazo al otorgamiento de la prisión domiciliaria al alegar que “no se advierten las razones humanitarias” que justificarían tal decisión.
ElUniversal