Doha, Qatar – El gobierno de Qatar condenó enérgicamente el reciente ataque con misiles lanzado por Irán contra la base aérea de Al Udeid, una importante instalación militar estadounidense ubicada en su territorio, calificándolo como una “violación flagrante” de su soberanía y del derecho internacional.
“Expresamos la firme condena del Estado de Qatar al ataque contra la base aérea de Al Udeid por parte del Cuerpo de Guardianes de la Revolución iraní, que consideramos una violación flagrante de la soberanía y del espacio aéreo del Estado de Qatar”, declaró Majed Al Ansari, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores qatarí, a través de un comunicado oficial.
La ofensiva, confirmada por el Consejo de Seguridad Nacional de Irán, fue presentada como una respuesta directa a recientes bombardeos estadounidenses contra instalaciones nucleares en territorio iraní. Según Teherán, el número de misiles lanzados fue equivalente al número de bombas empleadas por Estados Unidos en sus ataques.
“Las poderosas fuerzas armadas de la República Islámica de Irán atacaron la base aérea estadounidense en Al Udeid, Qatar. Esta acción no representa ninguna amenaza para nuestro país amigo y hermano, Qatar”, aseguró el comunicado iraní.
Sin embargo, el mensaje de calma de Irán no fue suficiente para el gobierno qatarí, que reafirmó su derecho a responder ante cualquier agresión que ponga en peligro su soberanía. El Ministerio de Defensa de Qatar informó que sus sistemas de defensa interceptaron exitosamente los misiles iraníes y confirmó que el incidente no dejó víctimas ni heridos.
La base de Al Udeid alberga a miles de soldados estadounidenses y es considerada el mayor puesto avanzado de Washington en Medio Oriente. El ataque genera nuevas tensiones en una región ya marcada por una escalada peligrosa entre Teherán y Washington.
Qatar, aliado estratégico de Estados Unidos y al mismo tiempo país con relaciones diplomáticas con Irán, se encuentra en una posición delicada. Analistas internacionales advierten que este ataque podría afectar el equilibrio geopolítico del Golfo Pérsico y aumentar la presión sobre Doha para tomar posturas más definidas en el conflicto en curso.