Una explosión registrada en la madrugada del 24 de diciembre en una planta de productos químicos en Venezuela ha despertado interrogantes sobre un posible vínculo con las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que su país destruyó una “gran instalación” como parte de su ofensiva contra el narcotráfico en la región.
El estallido ocurrió en un edificio perteneciente a la empresa Primazol, ubicado en el municipio de San Francisco, en el estado Zulia. Autoridades locales atendieron el incidente, pero hasta el momento no han informado que se haya tratado de un ataque militar ni han precisado las causas del siniestro. La empresa, por su parte, no ha confirmado daños relacionados con una acción externa.
La explosión coincidió en tiempo con los señalamientos de Trump, quien aseguró en una entrevista radiofónica que fuerzas estadounidenses habían desmantelado una instalación clave utilizada para el tráfico de drogas, sin especificar el lugar exacto del operativo. Funcionarios del Pentágono, la CIA y la Casa Blanca han evitado confirmar o desmentir dichas afirmaciones.
Aunque no existe evidencia que vincule directamente la explosión en la planta de Primazol con una operación militar estadounidense, la coincidencia temporal y el contexto de creciente presión de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro han alimentado la especulación. De confirmarse que se trató de un ataque deliberado, sería la primera operación terrestre conocida de Estados Unidos en territorio venezolano, un hecho que marcaría una nueva fase en la estrategia antidrogas en la región.
