En mi carácter de delegado de la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas, en el Estado de Chihuahua, condenamos enérgicamente, la violencia suscitada en la marcha del 8 de Marzo del año en curso, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Todo el mundo tiene el derecho a la libertad de reunión pacífica y el derecho de asociación, los cuales son pilares fundamentales de la democracia.
Este derecho, que está protegido por el artículo 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y los artículos 6º y 9º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por lo tanto, hacemos un llamado a la cordura y al respeto a la sociedad y a las instituciones, que garantizan nuestra vida democrática, que tantas luchas y sangre, costaron al pueblo de México.