Donald Trump sigue abrazando la retórica violenta sobre sus rivales políticos ―a los que considera enemigos―. Sus declaraciones del jueves en que decía que la excongresista republicana Liz Cheney, su mayor crítica dentro del partido, debería tener rifles “disparándole” para ver cómo se siente sobre enviar tropas a luchar.
Esa declaración ha provocado reacciones airadas de los republicanos, que han llegado a hablar de que Trump quiere enviarla a un pelotón de fusilamiento. El contexto de la frase no daba para tanto, pero igualmente ha suscitado una avalancha de críticas, incluidas las de la Casa Blanca y las de la candidata demócrata, Kamala Harris, que considera que alguien que pronuncia mensajes así debería estar descalificado para ser presidente.
Trump se refirió a Liz Cheney en un acto con el polémico presentador Tucker Carlson el jueves en Arizona. Trataba de descalificar a ella y a su padre, Dick Cheney, que fue vicepresidente de George W. Bush, por lo que consideraba actitud belicista de ambos.
El expresidente dijo que la republicana es “una persona trastornada”. “La razón por la que ella no me soporta es que ella siempre quiere ir a la guerra. Si dependiera de ella, estaríamos en 50 países diferentes”, afirmó. Liz Cheney rompió con Trump a raíz del asalto al Capitolio y formó parte de la comisión de investigación de la Cámara de Representantes sobre aquel atentado a la democracia
“Es un halcón radical de la guerra”, continuó Trump sin morderse la lengua.
“Pongámosla con un rifle ahí de pie con nueve cañones disparándole. Veamos cómo se siente cuando las armas le apunten a la cara. Ya sabes, todos son halcones de guerra cuando están sentados en Washington en un bonito edificio diciendo, oh, caramba, vamos, vamos a enviar 10.000 soldados justo a la boca del enemigo”, dijo el republicano.
Este viernes insistió en su mensaje: “Todo lo que digo sobre Liz Cheney es que es un halcón de guerra, y una tonta, pero no tendría ‘las agallas’ para luchar ella misma”, escribió Trump en su red, Truth Social. “Para ella es fácil hablar, sentada lejos de donde tienen lugar las escenas de muerte, pero ponle una pistola en la mano y déjala ir a luchar, y dirá: ‘¡No, gracias!”, añadió, antes de referirse a su padre, Dick Cheney: “Su padre diezmó Oriente Próximo, y otros lugares, y se enriqueció haciéndolo.
Ha causado muchas muertes, y probablemente ni siquiera lo pensó. Tanto Liz Cheney como su padre apoyan a Kamala Harris en las elecciones del próximo martes.
Fue esa retórica violenta la que despertó una oleada de reacciones. Trump ha estado refiriéndose a sus rivales políticos como “el enemigo interno”. Ha hablado incluso de usar a los militares contra ellos, dentro de un conjunto de mensajes autoritarios que han dominado su campaña.
ElPais