Una nueva imagen del Telescopio Espacial Hubble reveló los enigmas de NGC 2775, una galaxia ubicada a 67 millones de años luz en la constelación de Cáncer. Su apariencia desconcierta a los astrónomos: tiene un centro liso como el de una galaxia elíptica, pero también un anillo con cúmulos estelares típico de las espirales.
El ángulo de observación no permite clasificarla con certeza. Algunos investigadores la consideran espiral floculenta, con brazos poco definidos; otros, una galaxia lenticular, categoría intermedia entre las elípticas y las espirales.
Evidencias adicionales apuntan a una posible fusión galáctica. NGC 2775 posee una gigantesca cola de gas de hidrógeno invisible al ojo humano, que se extiende casi 100 mil años luz, probablemente restos de galaxias absorbidas en el pasado.
La más reciente versión de la imagen, publicada por la NASA/ESA, muestra regiones de color rosado donde todavía se forman nuevas estrellas. A pesar de su baja tasa de formación estelar, mantiene zonas activas gracias a reservas de hidrógeno detectadas en radiofrecuencia.
Descubierta en 1783 por William Herschel, NGC 2775 sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica, que busca descifrar si se trata de una galaxia en transición o el resultado de colisiones cósmicas recientes.