(AFP) Este miércoles por la mañana, Estados Unidos cerró temporalmente su embajada en Kiev debido a «información específica de un potencial ataque aéreo significativo», lo que generó alarma en la capital ucraniana, que teme una posible represalia rusa tras el reciente ataque ucraniano en territorio ruso. La medida fue tomada tras una alerta inusual, que también llevó a otras embajadas europeas, como las de Italia, España y Grecia, a cerrar sus puertas. Por su parte, la embajada de Francia permaneció abierta, pero instó a sus ciudadanos a tomar precauciones adicionales.
La alerta se produjo en un contexto de creciente tensión, con sirenas de ataque aéreo sonando brevemente en Kiev por la tarde. La Fuerza Aérea ucraniana instó a la población a buscar refugio de inmediato ante la amenaza de un posible lanzamiento de misiles. Las autoridades locales advirtieron que no se debía ignorar la alerta, reforzando el clima de inseguridad en la ciudad.
El cierre de la embajada de Estados Unidos ocurre en medio de una escalada significativa en la guerra en Ucrania. El martes, Ucrania lanzó misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos, contra un depósito de armas dentro de territorio ruso. Este ataque se produce tras el permiso otorgado por la administración saliente del presidente Joe Biden, en el marco de los esfuerzos ucranianos por repeler la invasión rusa. Rusia había advertido previamente a Estados Unidos y a sus aliados que consideraría como una escalada mayor cualquier acción de este tipo, lo que aumentó los temores de represalias.
Desde Washington, el Departamento de Estado emitió un comunicado en el que explicaba la medida preventiva: «Por precaución, la embajada estará cerrada y los empleados recibirán instrucciones de refugiarse en el lugar. Se recomienda a los ciudadanos estadounidenses estar preparados para refugiarse inmediatamente en caso de que se anuncie una alerta aérea», informó el Departamento de Asuntos Consulares.
El Kremlin no ha emitido comentarios oficiales sobre el cierre de la embajada, pero su jefe de inteligencia exterior, Sergei Naryshkin, afirmó que Moscú tomaría represalias contra los países de la OTAN que faciliten los ataques ucranianos contra territorio ruso con misiles de largo alcance. En tanto, la inteligencia militar ucraniana reportó que un puesto de mando ruso en la ciudad de Gubkin, en la región de Belgorod, fue «atacado con éxito», lo que podría indicar la utilización de un segundo ataque con misiles ATACMS, aunque no se especificaron detalles sobre el ataque ni sobre el tipo de armamento utilizado.
La situación en el frente de guerra se encuentra en una coyuntura crítica. A pesar de los esfuerzos ucranianos por recuperar territorio, más de una quinta parte del país sigue bajo control ruso. Además, se ha informado de la presencia de tropas norcoreanas desplegadas en la región rusa de Kursk, lo que genera más incertidumbre en la región. La guerra se desarrolla en un escenario cada vez más volátil, mientras persisten las dudas sobre la continuidad de la ayuda occidental a Ucrania, especialmente con la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca como presidente electo de Estados Unidos.
El reciente ataque de Rusia a la infraestructura eléctrica de Ucrania, que causó la muerte de siete personas y renovó los temores sobre la vulnerabilidad de la red eléctrica, añade otra capa de complejidad al conflicto, que no muestra señales de una resolución próxima.
Con la guerra en Ucrania adentrándose en su segundo año, los días venideros podrían ser decisivos para el curso del conflicto, mientras la comunidad internacional observa los próximos movimientos de ambas potencias involucradas.