Ciudad del Vaticano, 8 de mayo — Tras una intensa jornada de deliberaciones, la chimenea de la Capilla Sixtina finalmente expulsó humo blanco este jueves, señal inequívoca de que el cónclave de cardenales ha elegido al nuevo Papa. Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al presenciar el momento histórico.
El cónclave, que dio inicio el miércoles 7 de mayo con la tradicional misa Pro eligendo pontifice, avanzó con una primera votación esa misma tarde. No obstante, no fue sino hasta el sexto escrutinio, llevado a cabo el jueves por la tarde, cuando los 133 cardenales lograron alcanzar el consenso necesario para nombrar al nuevo pontífice.
Como dicta la tradición, dos veces antes se había liberado humo negro desde la chimenea, lo que indicaba que no se había alcanzado la mayoría de dos tercios requerida para la elección papal. La expectación creció con cada votación fallida, mientras los visitantes en la plaza aguardaban entre oraciones, cantos y un silencio reverente.
La elección de un Papa suele requerir entre tres y ocho rondas de votación, un reflejo del cuidadoso discernimiento con que los cardenales llevan a cabo su sagrada labor. En esta ocasión, el proceso se alineó con la tradición histórica.
El nombre del nuevo pontífice aún no ha sido revelado oficialmente, pero se espera que el Protodiácono del Colegio Cardenalicio lo anuncie en las próximas horas desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, acompañado del célebre “¡Habemus Papam!”
La comunidad católica, que supera los mil millones de fieles en todo el mundo, aguarda ahora con expectativa el perfil del nuevo Papa, su nacionalidad, sus prioridades pastorales y el nombre que ha elegido para guiar a la Iglesia en una nueva etapa de su historia.
