Un transeúnte alertó a la Gendarmería a primera hora de la mañana de la presencia de cerca de cuarenta bolsas de lona en la arena de la playa. «Después del análisis, resultó que el polvo blanquecino era cocaína», ha indicado una fuente cercana a la investigación al periódico ‘Ouest-France’.
«Habría un total de casi una tonelada de cocaína dentro, una captura excepcional para la región», han destacado las autoridades regionales. La operación ha requerido de varias horas de trabajo, refuerzos y escolta para trasladar las bolsas desde la playa hasta los vehículos de la gendarmería. La droga pasará ahora a estar bajo custodia de un centro especializado para su pesaje y análisis.
Las primeras hipótesis apuntan a que los fardos podrían haber quedado a la deriva tras caer de un barco o habrían sido arrojados al mar ante el temor a un registro.
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