Un paquistaní de 75 años que era el prisionero más viejo en el centro de detenciones de Guantánamo salió libre y el sábado se reunió en Pakistán con su familia, informaron el ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático y el Departamento de Defensa norteamericano.
Saifullah Paracha se encontró con su familia luego de 17 años de estar detenido en la base estadunidense en Cuba, dijo el ministerio.
Paracha estuvo detenido desde 2002 por sospechas de tener lazos con la organización Al Qaeda, pero nunca fue acusado de un delito. El año pasado, en mayo, se le informó que su excarcelación había sido aprobada.
Como es usual, la notificación no dio una explicación detallada para la decisión y concluyó solamente que Paracha “no es una amenaza” para Estados Unidos, de acuerdo con la abogada Shelby Sullivan-Bennis, que lo representó en su audiencia entonces.
El Departamento de Defensa dijo en su declaración el sábado que Estados Unidos aprecia “la voluntad de Pakistán y otros socios de respaldar los esfuerzos estadunidenses centrados en reducir responsablemente la población de detenidos y eventualmente cerrar la instalación en la Bahía de Guantánamo”.
En Pakistán, el ministerio de Relaciones Exteriores dijo que había completado un extenso proceso entre varias agencias para facilitar la repatriación de Paracha. “Estamos contentos de que un ciudadano paquistaní detenido en el exterior finalmente se reúna con su familia”, informó el ministerio.
Paracha, que vivió en Estados Unidos y tenía propiedades en Nueva York, era un empresario acaudalado en Pakistán. Las autoridades norteamericanas dijeron que fue un “facilitador” de Al Qaeda, pues ayudó con una transacción financiera a dos de los conspiradores en el plan terrorista del 11 de septiembre de 2001.
Él ha mantenido que no sabía que los individuos eran miembros de Al Qaeda y negó estar involucrado en el plan.
Estados Unidos capturó a Paracha en Tailandia en 2003 y le detuvo en Guantánamo desde septiembre de 2004. Washington ha dicho desde el inicio que puede mantener a personas detenidas sin presentar cargos bajo las leyes internacionales de guerra.
En noviembre de 2020, Paracha —que sufre de diabetes y problemas cardiacos, entre otros padecimientos— tuvo su octava comparecencia ante la junta de revisiones en Guantánamo, que fue establecida bajo la presidencia de Barack Obama para tratar de prevenir la excarcelación de prisioneros que Washington consideraba pudieran participar en actividades hostiles tras su salida de Guantánamo.