El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encendió la tensión internacional al insinuar la posibilidad de un cambio de régimen en Irán, pese a las declaraciones oficiales de su gobierno que negaban ese objetivo. En una publicación en Truth Social, Trump escribió: “Si el actual régimen iraní no puede hacer que Irán vuelva a ser grande, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”, concluyendo con la sigla MIGA —“Make Iran Great Again”—, una adaptación de su famoso lema de campaña.
Este mensaje llega en un momento particularmente delicado, luego de que Estados Unidos bombardeara tres instalaciones nucleares en Irán —Fordo, Isfahán y Natanz—, operación que, según el secretario de Defensa Pete Hegseth, “devastó el programa nuclear iraní”. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, consideró que aún es “demasiado pronto” para evaluar el impacto total.
Horas antes de la publicación de Trump, el gobierno estadounidense reiteraba que su único objetivo era frenar el desarrollo nuclear iraní. El vicepresidente JD Vance aseguró: “No estamos en guerra contra Irán, estamos en guerra contra su programa nuclear”. Sin embargo, la retórica del mandatario parece ir más allá de esa postura oficial.
La respuesta iraní no se hizo esperar. Alí Akbar Velayati, asesor del líder supremo Alí Jamenei, advirtió que las bases militares estadounidenses en Oriente Medio serán consideradas “objetivos legítimos”. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, también exigió represalias: “¡Venganza, venganza!”, exclamaron manifestantes en Teherán, respaldando sus declaraciones.
Estados Unidos mantiene entre 40 mil y 50 mil efectivos desplegados en la región, en al menos 19 bases militares. La amenaza de represalias por parte de los Guardianes de la Revolución añade una capa más de incertidumbre.
Mientras la comunidad internacional intenta contener la escalada, la ONU ha convocado una reunión de emergencia en la que China, Rusia y Pakistán condenaron el bombardeo estadounidense. Israel, por su parte, respaldó la acción militar como parte de su defensa estratégica contra Teherán.
