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El trabajo de enfermería y de atención prehospitalaria implica riesgos constantes para la salud, sin embargo, quienes lo ejercen lo hacen con vocación y compromiso, aseguró Susana Jáquez, ex paramédica en Ciudad Juárez.
“Cumplimos con nuestro deber con todo el corazón, aunque sabemos que nos exponemos a enfermedades contagiosas todos los días”, expresó.
Jázquez explicó que los paramédicos que atienden áreas de urgencias o viajan en ambulancias deben someterse cada seis meses a exámenes médicos para detectar posibles contagios derivados del contacto con la sangre u otros fluidos de los pacientes.
“Estamos potencialmente expuestos a virus y bacterias de todo tipo: desde la influenza, hepatitis y tuberculosis, hasta el VIH”, comentó.
Recordó que desde sus primeras prácticas, cuando era estudiante, se les advirtió de estos peligros, pero aun así decidió seguir en la profesión para servir a su comunidad.
Además, destacó la importancia de cuidar la salud mental del personal de enfermería y paramédico, ya que diariamente enfrentan tragedias y situaciones extremas.
“En una ciudad tan peligrosa como esta, ver tanto sufrimiento deja huellas emocionales. Por eso también necesitamos apoyo psicológico”, añadió.