El turista clásico visita Nueva York dispuesto a subir al Empire State Building pero también hay viajeros que acuden a la ciudad de los rascacielos con ganas de ver de cerca roedores como el de la imagen. Kenny Bollwerk, organizador de las conocidas como «rutas de las ratas» para aventureros, lo resumía así en el New York Post: «Las ratas son como una mascota de la ciudad de Nueva York».
Lo que Kenny Bollwerk ofrece (y muestra en la cuenta de TikTok llamada RatTok) son visitas guiadas y gratuitas a lugares ruinosos o en construcción o zonas con abundancia de basura en las que la población de ratas es absolutamente espectacular.
Más allá de la anécdota, la realidad es que las ratas son parte del paisaje de Nueva York. Y después de la pandemia ha habido una explosión demográfica entre estos roedores. Con que no resulta difícil avistarlos.
Calcular el número de ratas que hay en Nueva York resulta complicado, pero todas las estimaciones asumen que es un número altísimo. En 2014 Bussines Insider apuntaba a una cifra de dos millones de roedores callejeros, pero actualmente hay medios que suben ese número a cuatro o, incluso, nueve millones de ratas.
El problema es grave. En The New York Times escribía Dodai Stewart en abril de 2023 un artículo que compilaba experiencias terroríficas de neoyorquinos con las ratas. Por ejemplo: «Una noche, mientras vivía en un apartamento en el sótano del barrio NoLIta de Manhattan, Ben Regenspan, de 37 años, se convirtió en uno de los desafortunados neoyorquinos en presenciar una rata salir de su baño».
Dodai Stewart también citaba el caso de un neoyorquino que cayó en un socavón repleto de ratas: «No quería gritar porque tenía miedo de tener ratas dentro de la boca».
En ese artículo de The New York Times se precisaba, no obstante, que resulta muy raro ser mordido por una rata: hay solamente unos 100 ataques al año en todo Nueva York. Pocos pero suficientes para atemorizar.
Pese a su mansedumbre, la presencia masiva de ratas en una ciudad es un verdadero peligro para la salud: transmiten enfermedades de todo tipo. Según el estadounidense CDC (Centers for Disease Control and Prevention), las ratas pueden contagiar SPH (síndrome pulmonar por hantavirus), la leptospirosis, coriomeningitis linfocítica, peste y tifus.
La ciudad de Nueva York es muy consciente de que se enfrenta a una verdadera explosión demográfica de ratas. Según New York Post, los avistamientos y denuncias a la policía de roedores fueron 60.000 en 2022 y 40.000 hasta septiembre de 2023.
Las autoridades combaten a las ratas, pero la pandemia supuso un hito que todavía deja rastro: el confinamiento dejó las calles de la ciudad en poder de los roedores. Tal y como escribió Michael Kolomatsky en The New York Times, «durante la pandemia las ratas parecían estar ganando».
Pero, aunque ahora sean muchas más, lo cierto es que Nueva York siempre ha convivido con las ratas.
¿Hay una explicación para que una de las principales y más desarrolladas capitales del mundo tenga esa disparatada cifra de roedores? Hay quien señala una causa concreta.
«Las ratas se están multiplicando porque nuestra ciudad es adicta a tirar la basura en bolsas a la calle» sostenía un reportaje de Curbed en agosto de 2023.
La rata marrón (también llamada rata de Noruega) es la especie predominante en Nueva York. Durante decenios compitió con la rata negra y, finalmente, se declaró ganadora en el dominio de la ciudad.
No obstante, pese a que (tal y como recoge Wikipedia en la entrada ‘Rats of New York’) la rata es un «símbolo cultural» de la ciudad, hay otra ciudad estadounidense con mayor población de roedores.
La empresa de control de plagas Orkin publicó un ranking (recogido por NBC New York) que colocaba a Chicago como la verdadera capital de las ratas en Estados Unidos.
Sea como sea, Nueva York convive con sus ratas e, incluso, las exhibe a visitantes curiosos en tours guiados. ¿Desaparecerán algún día de sus calles? Quién sabe.
