Tampico, Tamaulipas, se ha convertido en un caso digno de estudio no solo por científicos, sino también por entusiastas de lo paranormal. A pesar de estar ubicado en una zona propensa a huracanes, desde hace más de cinco décadas ningún ciclón ha impactado directamente esta ciudad costera.
La extraña protección climática ha generado una peculiar teoría entre los habitantes: una base alienígena submarina sería la responsable de desviar los huracanes. La creencia se remonta a los años 70, cuando comenzaron a observarse luces extrañas sobre el mar poco después del huracán Inés en 1966.
Según esta leyenda urbana, a unos 40 kilómetros de la costa podría existir una ciudad submarina oculta, habitada por seres extraterrestres que resguardan la región. La historia ha cobrado fuerza con el paso de los años y ha sido alimentada por relatos de contacto y por la instalación de un monumento a la Virgen del Carmen, que algunos asocian con una doble protección: espiritual y alienígena.
Un reciente documental de Netflix reavivó el interés por esta leyenda. El periodista George Knapp y el exagente de la CIA, Douglas Laux, utilizaron tecnología avanzada, como un magnetómetro, para detectar anomalías en el fondo marino del Golfo de México. Aunque no hallaron pruebas concluyentes, afirmaron que “definitivamente hay algo allá”.
Mientras tanto, los meteorólogos ofrecen una explicación más racional. Corrientes frías del Golfo podrían estar desviando los huracanes antes de que impacten Tamaulipas. Sin embargo, reconocen que la precisión del fenómeno en Tampico es inusual.
Lo cierto es que, ya sea por ovnis, vírgenes o ciencia, la ciudad sigue sin recibir el golpe directo de un huracán fuerte, lo que refuerza una de las leyendas urbanas más fascinantes de México.