Por Eduardo Borunda
Con la muerte de Francisco, el Papa en turno, se declara la sede vacante y con ello cesan en sus funciones el 90% del cuerpo administrativo de la curia romana en el Vaticano. El proceso que empieza con la declaratoria de la muerte del Papa, segundo, se da el anuncio oficial de los funerales y se convoca a los cardenales para llevar a cabo tanto el funeral oficial, así como para la realización del cónclave.
En el filme, “El cónclave” se da cuenta de las redes de poder que giran en torno a la elección del sumo pontífice de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, el sucesor de San Pedro. Estrenada a nivel mundial en octubre del 2024, dirigida por Edward Berger la cinta muestra el lado “oscuro” de la elección del sucesor de San Pedro.
Bien dice un dicho que la realidad supera la ficción, sin embargo, en este caso se aborda la tesis de un posible Papa “impostor”, para lo cual se deben poner en marcha protocolos de verificación canónica que le den validez y “legalidad” a la unción y designación como cardenal de la iglesia católica.
Intrigas, acuerdos, sabotajes, alianzas, traiciones e incluso la posibilidad de un “complot” en contra de lo establecido por la propia iglesia (derecho canónico) y que forman parte de la trama que imaginamos puede ocurrir en el mundo real y detrás de los muros de la sede papal y que se desarrolla precisamente dentro de la Capilla Sixtina.
“El centro no se sostiene” es una tesis que se desarrolla dentro de la trama para definir a las dos alas que confrontan con sus redes de poder la disputa para imponer a un cardenal como Papa.
Conservadores y liberales o progresistas que buscan el poder a costa de cualquier precio, hasta el económico.
Regresar el latín como lengua dentro de la iglesia, las posturas de inclusión y aceptación de la diversidad sexual son parte de los pronunciamientos ideológicos que enfrentan a las dos corrientes al interior del cónclave. Los actores, poco a poco van descartando a los papables por algún “escándalo” personal que han tenido en su vida sacerdotal.
El filme recobra fuerza en el momento actual cuando los ojos del mundo se centran en la elección del nuevo Papa en el mundo real. En este instante, las casas de apuestas de Las Vegas abrieron la ventana para apostar a favor de uno u otro “papable”. Esta cortina de humo ha hecho que la película (El cónclave) retome vuelo y se coloque en las listas de popularidad en las aplicaciones de la pantalla chica.
Ante este contexto, podemos decir que las reglas del juego han cambiado, sin duda, la realidad va a superar a la ficción. En la película, se tocan temas que provocan la discusión: “Un Papa que peque”, por citar sólo un ejemplo. Esta tesis o pronunciamiento al interior del sínodo (en la película) nos hace preguntarnos si la iglesia va a un relativismo y se acepta la “duda” como una condición propia de la institución.
El ritual de la elección es por supuesto la trama central y sigue siendo el latín la lengua oficial de la Iglesia Católica, todo se desarrolla a puerta cerrada. El simbolismo que se maneja en la película nos indica que hubo asesoría de contenidos que le dan un realismo no imaginado para la iglesia de los catecúmenos. Los ornamentos, el atuendo, las palabras y discursos son cuidados a profundidad.
En conclusión, la película “El cónclave”, debe verse como tal, como una película que escenifica las redes de poder que existen al interior de la curia romana para designar al Papa. La tesis de que han existido buenos y malos Papas está presente en la historia de la iglesia. ¿Usted ya vio la película? ¿Qué opina?
